Perdió en San Juan, pero lo puede dar vuelta
El Lobo quedó un gol abajo ante un rival que mostró muy poco
Por WALTER EPÍSCOPO
Dos cosas dejó en claro el partido de ida que Gimnasia disputó ayer como visitante de San Martín de San Juan por la Promoción que se completará el jueves que viene, en el Bosque, para determinar si el Lobo se queda en Primera o por el contrario los cuyanos pegan el gran salto.
La primera certeza que dejaron los 90 minutos disputados durante la tarde-noche de ayer en San Juan fue que la diferencia de un gol es perfectamente recuperable para Gimnasia, equipo que deberá ganar por cualquier resultado para evitar el descenso.
La segunda realidad que dejó el encuentro en tierra sanjuanina fue que el Lobo deberá mejorar el nivel de juego alcanzado, porque más allá de un buen comienzo, que dejó ver a Lucas Castro marcando algún tipo de diferencia por el costado izquierdo, los albiazules mostraron poquito, casi nada. Sobre todo en ataque.
El partido fue chiquito, casi sin emociones en el primer tiempo, ese período en el que curiosamente el encuentro se inclinó a favor de San Martín, y alcanzó algún grado de interés en la segunda mitad, cuando el local apuró algo más el trámite y se encontró con una defensa que respondió con seguridad.
LO MENOS PENSADO
El empate sin goles estaba firme, porque ninguno de los dos había levantado vuelo en lo futbolístico. San Martín porque entendió que tenía 90 minutos para hacer valer su condición de local, y no era cuestión de perder la cabeza. Gimnasia porque el punto representaba un buen resultado considerando que eso lo dejaba en Primera y también porque le quedaba todo un partido por delante: la revancha en 60 Y 118.
El Lobo había resignado algo del protagonismo inicial, ya que Castro había dejado de complicar por el carril izquierdo, y el local estaba manejando algo más la pelota. Pero esta situación no inclinaba la balanza como para ameritar la apertura del marcador. Sin embargo, Emilson Roberval recibió abierto por la derecha, dentro del área, un pelotazo cruzado, se le fue a Rinaudo por afuera y buscó el arco. Con tanta fortuna para él, y tanta mala suerte para los albiazules, que la pelota se desvió en el camino y adentro.
Oliver Benítez no pudo sacarle el cuerpo a ese remate, medio tiro al arco, medio centro, y Gimnasia sufrió el inesperado cachetazo. Iban 33 minutos y hasta ese momento lo único que merecía destacarse era la salida por lesión de Claudio Graf y un cabezazo apurado de Oliver Benítez picando al vacío en un tiro libre de Guillermo Barros Schelotto. ¿Después? Nada. Mucha pierna fuerte, nada de fútbol.
LEJOS DEL EMPATE
Probablemente porque el esfuerzo físico y mental que el equipo mens sana viene realizando en el tramo final del campeonato, con partidos a todo o nada, como los jugados contra Boca y Huracán, frenaron a Gimnasia, que terminó aguantando el gol de diferencia.
Jorge Córdoba asustó con un tiro desde el borde del área que sacó el arquero, y a partir de los 15 minutos San Martín fue el que más cerca estuvo del gol, con un par de situaciones muy claras dibujadas por Raúl Quiroga (tiro libre que sacó Fernando Monetti, tras una falta inventada por Roberval que "compró" el árbitro) y Damián Canuto (alto, tras recibir de Raúl Quiroga). Pero respondió la defensa y Gimnasia quedó un gol abajo, pero a tiro de festejar otra vez la permanencia en Primera.
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