Una situación insólita se vivió el fin de semana en el Penal rionegrense de Cipoletti, en la sala donde los presos reciben a sus familiares en pleno horario de visita y ante la vista de todos.
Un hombre, que se encuentra cumpliendo una condena por violar a una de sus hijas, obligó a otra a practicarle sexo oral cuando fue a verlo a la cárcel.
Ahora, la justicia investiga el nuevo abuso y a uno de los penitenciarios, que habría observado lo que ocurría sin intervenir.
La joven fue asistida por personal de la oficina de Contención a la Víctima y se encuentra, según trascendió, en estado de shock.
La fiscal que interviene en la causa, Eugenia Vallejos, pidió la participación del Gabinete de Criminalística para tomar registro de los elementos secuestrados en el lugar, entre los que se encuentran prendas de vestir del acusado y de su hija.
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