Por JAVIER LOZANO / TN
Ya parece un clásico: protagonistas del anterior gobierno K procesados por corrupción o delitos de lesa humanidad piden cambios en sus condiciones de detención.
El exjefe del Ejército de Cristina Kirchner César Milani pasó ayer por el juzgado federal de Lomas de Zamora para alegar que sufre bullying intramuros. Estuvo 10 horas en el edificio de Laprida al 600 para pedirle al juez Alberto Santa Marina que le conceda un habeas corpus correctivo.
No tuvo suerte y bien tarde volvió el penal federal de Ezeiza.
Milani está detenido desde el 17 de febrero último, acusado por delitos de lesa humanidad. Tiene prisión preventiva en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal.
Está imputado por el secuestro de militantes políticos en los 70 en La Rioja y por la desaparición en Tucumán del conscripto Alberto Ledo.
La Cámara Federal de Córdoba confirmó la sentencia que rechazó el habeas corpus que presentó la defensa de Milani.
Ahora sus abogados intentaron revertir las condiciones de detención en el juzgado federal de Lomas. Le pidieron a Santa Marina la prisión domiciliaria. Argumentan que el ex-hombre fuerte del Ejército sufre “bullying” de otros militares detenidos en el pabellón 8.
En la resolución del juzgado se cita en un párrafo que, según la defensa de Milani, en el pabellón donde está alojado “corre riesgo su salud tanto física como psíquica al encontrarse constantemente amenazado, hostigado y obligado a permanecer encerrado dentro del encierro”.
Dicho de otra forma, los camaradas de Milani detenidos por casos de lesa humanidad, no lo quieren ahí y no le perdonan su alineamiento con un gobierno que impulsó los juicios de la verdad.
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