(U24) - La guerra comercial entre USA y China que se libra en el terreno de las monedas tiene este martes (6/7) un nueva escalada. El Departamento del Tesoro de EE.UU. designó a China como país "manipulador de divisas" y amenazó con tomar represalias para acabar con sus "injustas" ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pekín replicó a través de su Banco Central y le pidió a EE.UU que "de marcha atrás antes de que sea demasiado tarde" y que regrese a un "camino racional y justo".
Sobre la medida de la Administración de Donald Trump, el Tesoro indicó que su secretario, Steven Mnuchin, "actuará con el Fondo Monetario Internacional para eliminar la ventaja competitiva creada por las últimas acciones de China".
A juicio del Tesoro, "el propósito de la devaluación de la moneda de China es obtener una ventaja competitiva injusta en el comercio internacional". Consideró, además, que el "patrón" de acciones de Pekín para devaluar su moneda supone una violación de los compromisos que ha alcanzado en el marco de las reuniones de líderes del G20.
Y, por último, según recordó el portal Expansión, el Tesoro volvió a instar al Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, a "mejorar la transparencia del tipo de cambio y las operaciones y objetivos de gestión de reservas".
Por su parte, el Banco Popular de China (BPC) expresó su "firme oposición" a la decisión "unilateral" del Departamento del Tesoro, algo que no sucedía desde 1994, advirtiendo de que los pasos adoptados por las autoridades estadounidense socavan el consenso sobre los tipos de cambio y tienen un grave impacto negativo en la estabilidad del sistema monetario internacional.
La decisión del Tesoro, una de las mayores formas de sanción que ese departamento puede imponer a un país, se produce solo horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusara a Pekín de "manipulación de divisas" e instara a la Reserva Federal (Fed) a tomar medidas al respecto.
El portal español El Economista, recuerda que la medida de USA cumplirá con la promesa de campaña de Trump de etiquetar al país como manipulador de divisas si era elegido presidente. El Banco Popular de China ha contribuido a destensar la situación, al fijar el cambio de la divisa china a un mayor nivel del esperado por los analistas y al anunciar la venta de bonos denominados en yuanes.
Las medidas, que se han producido después de que EE UU haya acusado al país de manipulador de divisas, ayudaron a que el yuan suba un 0,2% el día después de sufrir su mayor desplome desde 2015.
El banco central también rechazó la acusación de que manipula el yuan. Sin embargo, más tarde el banco central chino le pidió a EEUU que "de marcha atrás antes de que sea demasiado tarde" y que regrese a un "camino racional y justo".
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