La ilustración del dibujante español Gallota, también se refería a un caso de debilidad de la política. |
Por LUIS ALEJANDRO RIZZI Abogado especializado en Derecho Comercio, con experiencia en la gestión del aerocomercio.
Gobernar no es lo que era, y como escribió Zygmunt Bauman: “Hoy únicamente podemos albergar dos certezas: que hay pocas esperanzas de que los sufrimientos que nos produce la incertidumbre actual sean aliviados y que solo nos aguardan mas incertidumbres”.
Éste, diría, es el campo minado que conforman hoy día las sociedades, sabemos que hay reclamos, descontentos, (in)dignados, oportunistas, legítimos e ilegítimos, pero es imposible distinguirlos y satisfacerlos.
Esos campos minados son zonas de violencia silenciosa que la gente padece con heroica paciencia, son ese treinta y pico por ciento de pobres e indigentes que carecen de lo mínimo, ese otro treinta y pico de informales, mayoría de los cuales se gana la vida decentemente en la ilegalidad y otros pocos acumulan fortunas, lucrando con las necesidades insatisfechas.
La pobreza, la indigencia y la marginalidad son violencia de la que todos tenemos alguna responsabilidad. A ello se suma lo que llamaría menosprecio a valores éticos en el gobierno.
Por ejemplo, hay funcionarios millonarios, ¿podrán explicar cómo lo hicieron… ? No es suficiente que presenten sus declaraciones juradas, en todo caso lo que interesaría es la historia.
Muchos blanquearon, tal como se divulgó ilegítimamente, pero ¿no deberían explicar cómo obtuvieron 'lo negro'? ¿Qué es más grave: la verdad divulgada o el hecho ocultado?
Santo Tomas decía que la verdad, la diga quien la diga es la verdad, que traducido podría decirse “La verdad en boca del impío, sigue siendo verdad”, tal como me decía el padre Manuel Moledo.
Los hechos se pueden politizar de dos modos:
< amplificándolos, tal como es el caso del Señor Maldonado, o bien
< ocultándolos, tal como los funcionarios que blanquearon, conducta que en mi opinión afecta la condición de idoneidad establecida en la Constitución Nacional para ejercer la función pública, por aquello de quien calla, algo oculta.
Hoy de poco vale tener la fuerza, lo demostró el IS, puso en jaque al mundo sin tener ejércitos profesionales, les fue suficiente con agredir masivamente a gente desprevenida.
Antes, el 11S, Al Qaeda con Osama Bin Laden atacaron sin armas convencionales a USA en la propia Nueva York y así se sucedieron decenas de atentados.
Lo que está en crisis es la “autoridad” como tal y por tanto la seguridad se hace más vulnerable y lo paradójico que ya no es necesario usar armas.
Resulta ingenuo que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, pida prudencia y critique la politización de la desaparición del Señor Maldonado. ¿Qué pretendía…?
Esta campaña electoral será muy virulenta porque Kristina y los K se juegan su última carta y toda decisión del gobierno o declaración de los funcionarios, se utilizará en su contra.
Ya fueron politizados los jardines de infantes y las escuelas primarias, algo impensado por la gente de buena voluntad.
Macbeth le decía a su mujer “…es preciso lavar nuestra honra en el río de la adulación, y convertir nuestros semblantes en hipócrita máscara… sólo el crimen puede consumar lo que ha empezado el crimen.”
De aquí en más tenemos que estar preparados el campo político está sembrado de minas explosivas y como ocurre cualquiera puede pisar y hacerla estallar. Por último, las virtudes de los regímenes políticos democráticos, republicanos y de sustento liberal, son las que lo debilitan.
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