SOCIEDAD

UNA PARODIA DE PROCESO

El Juicio a Clarín donde no lo dejaron llegar a Magnetto

La Carta Documento firmada por la titular de Madres de Plaza de Mayo, donde "invita" a Magnetto a defenderse en el 'juicio político y ético' en la Plaza que terminó condenando a Clarín con la pena a "no informarse a través de sus medios".

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El jueves pasado (22/12) la Asociación madres de Mayo realizó un “juicio ético y político” al Grupo Clarín, similar a los realizados anteriormente a médicos de la dictadura y periodistas que se desempeñaron durante el proceso. El simulacro de juicio se realizó en la Plaza de Mayo y participaron periodistas, Osvaldo Papaleo, Eduardo Gallo (ambos participantes en la causa Papel Prensa), la propia Hebe de Bonafini y el abogado constitucionalista del kirchnerismo Eduardo Barcesat, entre otros.

Fue la semana en la que el Gobierno nacional realizó una ofensiva en tres planos contra el Grupo: mediante la sanción en el Congreso de la ley que declara el interés público del papel para diarios,la intervención a Cablevisión y la decisión del Procurador General de la Nación, Esteban Righi de que se aplique el artículo 161 (sobre Desinversión) que prevé la Ley de Medios, suspendida por una medida cautelar.

Héctor Magnetto (CEO de Clarín) tuvo la oportunidad de ‘defenderse’ según las garantías constitucionales que cita Hebe de Bonafini en la Carta Documento, quien pretende de ese modo darle una entidad legal a su parodia de juicio. Pero la carta fue enviada con poca antelación a la realización del simulacro, fechada el 20, la empresa Oca la sella recién el 21/12 y la recibe el Grupo recién al día siguiente (23/12) de haberse realizado el 'proceso'.

“En caso de renunciar a tal derecho, utilizaremos las manifestaciones públicas realizadas por Ud. en la última reunión de gerentes del Grupo Clarín, llevaba a cabo en la Ciudad de Mar del Plata”, advierte la titular de las Madres en la carta documento.

Del juicio en la Plaza realizado el jueves (22/12) desfilaron testigos y se debatió el rol del Grupo durante la última dictadura militar, su accionar en la actualidad y frente a la Ley de Medios entre otros hechos.

Según consigna la agencia oficial de noticias, Télam, que cubrió la parodia de juicio, la exposición estuvo dividida en seis tramos, y contó con la participación de fiscales y testigos que ofrecieron testimonio y aportaron pruebas sobre lo sucedido en los medios pertenecientes al Grupo: el Diario Clarín, Radio Mitre, Canal 13, Todo Noticias, Cablevisión y Papel Prensa.

En el comienzo un grupo de periodistas atestiguó sobre los despidos y "persecusión sindical que esa empresa implementa de manera sistemática".

El periodista y abogado Pablo Llonto (autor del libro La Noble Ernestina, sobre la Presidente del Grupo), en el rol de fiscal del juicio contra el diario Clarín, recordó "los despidos de cientos de trabajadores del matutino tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando la empresa descabezó a la comisión gremial interna, al igual que a fines de 1981, cuando los trabajadores se habían reorganizado".

"Pero esa práctica perversa Clarín la siguió implementando en democracia, ya que en 1989 y 1990 volvieron a descabezar otra comisión interna y a echar a decenas de trabajadores, porque lo que Clarín no tolera ni perdona es la organización sindical", afirmó Llonto, uno de los despedidos de entonces.

Gustavo Bruzos, periodista que integró la última comisión gremial interna del diario a mediados de 2000, dijo a su turno que "habrá nuevas luchas en Clarín, porque quedan muchos compañeros trabajadores que buscan y quieren reorganizarse desde lo sindical, y habrá nuevos ataques de esa patronal, eso es seguro, porque Clarín odia la organización sindical que pelea por sus derechos y por el salario".

Mario Giorgi, periodista de Radio Mitre, testimonió acerca de "la forma en que Clarín se apoderó de esa radio con testaferros durante el gobierno de Raúl Alfonsín, en 1988, ya que la ley aún le impedía a las empresas gráficas tener emisoras radiales", y contó que fue despedido "dos veces el mismo día, el 12 de agosto de 1988".

Glenn Postolski, director de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires, se hizo presente en el acto como testigo mediante la presentación de un video, en el que afirmó que "tanto Radio Mitre como la FM 100 fueron adquiridas de manera ilegal".

Luego llegó el turno de Canal 13, con la participación de los testimonios de la periodista Virgina Márquez, autora del libro "Periodismo de Infantería"; el ex delegado sindical Jorge Carbonelli, y la periodista Liliana López Foresi, "censurada y despedida de esa emisora por un arreglo entre el entonces presidente Carlos Menem y Ernestina Herrera de Noble, propietaria del Grupo Clarín".

Acerca de Cablevisión, los testigos y fiscales denunciaron cómo fueron adquiriendo señales televisivas provinciales, "usando la televisación de los partidos de fútbol argentino como herramienta para trasladar abonados entre las competencias locales, y haciéndose de cada una de ellas luego de que se vieran afectadas por la baja de abonados".

Del mismo modo, en carácter de testigo general, el periodista deportivo y locutor radial Víctor Hugo Morales atestiguó sobre el caso que viene realizando denuncias desde que "Carlos Ávila y el Grupo Clarín le dieron nacimiento al robo del fútbol para posicionar su servicio de cable, que luego concluyó con la fusión con Multicanal".

Otra señal televisiva del Grupo Clarín que fue acusada ante el tribunal ético y político fue Todo Noticias, que cuenta entre sus principales periodistas a Joaquín Morales Solá, denunciado en el acto por el periodista tucumano Marcos Taire por "su rol durante la dictadura".

La historia de Papel Prensa se hizo presente en el acto el mismo día en que fue sancionada en el Congreso de la Nación la ley que declara de interés público la fabricación y comercialización de papel para diarios, y al Grupo Clarín y a La Nación se los acusó de "apropiarse el paquete accionario de esa empresa a través de la tortura ejercida sobre Lidia Papaleo, heredera del Grupo Graiver".

Para finalizar el "Juicio ético y político al Grupo Clarín", el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat realizó, en carácter de fiscal general, una conclusión final sobre el rol del de ese multimedios en la comunicación y la vida social de los argentinos.

El veredicto llegó por parte de todos los presentes, que mediante el voto a mano levantada condenaron unánimemente al Grupo Clarín por "su participación en la última dictadura, la manipulación de la información, su posición dominante, además de los detalles esbozados por todos los testigos y fiscales que brindaron pormenores de todas las injusticias cometidas".

La pena la pidió Barcesat y consistió en no informarse a través de ninguno de los medios del Grupo Clarín.