Diego Lagomarsino, el ex colaborador de Alberto Nisman y el único imputado hasta ahora.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- En su cadena nacional del lunes 26 de enero, la Presidente Cristina Fernández había planteado solapadamente una relación homosexual entre Diego Lagomarsino y Alberto Nisman, lo que se terminó confirmando semanas después con la versión del senador K, Salvador Cabral.
En el mensaje presidencial fue clara la intención de apuntar al asesor informático por la muerte del fiscal. La frase de Cristina sobre la “relación” había sido esta: "Esta última persona que lo vio con vida, que habló con él y que además era de su íntima confianza, de su íntima amistad, y que concurría, según hemos podido saber, asiduamente a su departamento, el que le da su arma, su propia arma 22, que está registrada como tal en el Renar”.
En sintonía, esta semana se conoció la teoría del senador nacional Cabral, quien fue citado por la fiscal Viviana Fein para que aclare sus dichos, esta es su explicación de los hechos: "La tesis que se desprende, es que ese fue un crimen pasional entre un amor homosexual, donde el marido que es el 'flaquito' este que le llevó la pistola, lo encontró en situaciones amorosas al muerto y le pegó un tiro en la cabeza, amorosamente".
En tanto, Lagomarsino aclaró el punto al diario El País: “No sé qué es una relación íntima. Uno, cuando tiene una relación de tanto tiempo, no es un amigo ni tampoco es un jefe. Si la Presidenta se refirió a una relación homosexual, confirmo que no. Lo que a mí me molesta de eso es que en el medio hay otras personas. Mis hijos son muy chiquitos, pero Alberto tiene una hija más grande".
En otro tramo de esa entrevista, afirma: "Yo me enteré por la fiscal de que las hijas no estaban. Más allá de lo que me dice mi psicóloga para que deje de pensar en lo que tendría que haber hecho y no hice, yo trato de buscar cositas que me digan qué pasó. Y digo: le tendría que haber dicho a Alberto, si hubiera sabido que las hijas no estaban. 'Alberto, tus hijas no están'.
Respuesta inmediata de Alberto: 'Están ahora en viaje, llegan esta noche'. Imagino que si la misión de él era obtener eso, él lo iba a obtener".
Algunos tramos salientes de esa extensa entrevista: "Inicialmente yo iba a trabajar para la fiscalía, pero él me dijo: 'No, vos vas a trabajar para mí'. Se habló mucho de si yo cobraba 40.000 pesos por hacer copias de resguardo. Pero en realidad, sistemas no es solamente hacer resguardos. Alberto no era una persona fácil. No era tampoco una mala persona, al contrario. Pero él quería las cosas ya, en el momento. Y yo soy un obsesivo del trabajo. Cuando Alberto decía que no confiaba en las dos personas [informáticos] que trabajaban en la fiscalía, hoy me doy cuenta de que no es que no confiara profesionalmente, sino que era un tema de respuestas.
Y si te llamo, estás". Acerca de la falta de sus huellas en el arma prestada a Nisman, dijo que "deberían estar": "Los motivos técnicos no los conozco". Sobre su teoría de la muerte, opinó: "Por momentos pienso: si fue un suicidio él se podía haber suicidado delante de mí. Pero ahí se me empiezan a mezclar las cosas. Por momentos me sentí defraudado y pensé: '¿Por qué me metiste en este tema?'. Después vas escuchando otras versiones. La verdad es que yo lo perdoné. El día de la marcha (en honor a Nisman, el pasado 18 de febrero) yo le dije a una persona que lo iba a homenajear a mi forma. Yo hacía 24 años que no me confesaba. Y estuve con un cura cuatro horas hablando del tema. Y fui a pedirle por él no por mí (...) El cura me dijo: 'Si fue así, Dios lo perdonó'".
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