EL BONAERENSE / MIEDO A UN TIME WARP EN MAR DEL PLATA
El miedo entre la dirigencia política continúa. Esta vez le tocó a Rodríguez Larreta, pero lo cierto es que le podría haber tocado a cualquier alcalde del país.
La realización de fiestas clandestinas y electrónicas han penetrado en todas las provincias.
Luego de la famosa fiesta Time Warp, que dejó un saldo de 5 personas muertas y al abogado "maradoniano" Víctor Stinfale, entre otros, como principal responsable por ser dueño de la organizadora EnergyGroup SRL, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal recomendó a sus intendentes la suspensión de las fiestas electrónicas.
El primero que obedeció la recomendación fue el marplatense Carlos Fernando Arroyo, quien en la zona sur tenía habilitado un importante balneario para las mismas.
Mute era el lugar de encuentro, donde fin de semana de por medio se podía ver salir a los jóvenes ansiosos por litros y litros de agua.
La medida además llegó luego del escándalo que se vivió en Villa Gesell. 5.000 personas participaron -con la complicidad de la policía- de una fiesta clandestina el pasado 1 de enero. Alrededor de las 2 am, el alcohol, las drogas, la falta de lugar y los roces entre ciertos grupos crearon un caldo de cultivo que solo la división Antimotines pudo frenar. No hay detenidos.
Ante esto, la provincia prometió un protocolo, pero...
El secretario de gobierno de Mar del Plata, Alejandro Vicente, hizo referencia a la medida que recibió duras críticas del empresariado local e indicó que la medida adoptada “se basa en preservar la salud de las personas en un ámbito donde se produce consumo de drogas y alcohol”.
En este sentido, explicó a modo de ejemplo que “el sábado pasado se registraron 58 detenciones de personas con drogas y 4 de ellas fueron hospitalizadas en una fiesta de playas del sur”.
"Se han desarticulado al menos 60 fiestas clandestinas en los últimos 50 días y se reciben más de 100 denuncias a la línea de whatsapp del municipio”, cerró.
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