lunes, 9 de enero de 2017

UCA & ISEPCI: MÁS POBREZA, INDIGENCIA Y DESNUTRICIÓN

ECONOMÍA / PREOCUPANTES DATOS SOCIALES 



Según la Universidad Católica Argentina, se produjo un aumento de pobreza e indigencia en el último trimestre de 2016, adelantó el director del Observatorio de la Deuda Social de la entidad, Agustín Salvia. 


Si bien el Observatorio de la Deuda Social aún no terminó los números de sus mediciones en cuanto a la pobreza, Salvia señaló: "Si bien en el primer trimestre de 2016 nuestras estimaciones mostraron que el más perjudicado no fue el segmento más indigente, sino las clases medias bajas o los sectores pobres no indigentes, en este trimestre los más perjudicados serán los del segmento más pobre".

En declaraciones a Radio Mitre, alertó que para esos sectores, en los últimos meses, "se juntó el aumento de la desigualdad con el aumento de la pobreza extrema", como consecuencia de "la reducción de las oportunidades de trabajo como changas, actividades de empleos eventuales y el impacto de l a inflación".

El responsable del observatorio señaló que la Argentina padece una "pobreza estructural" y que la marginalidad remite "a los últimos 20 años.

"El fenómeno de la marginalidad que experimenta Argentina, que no es nuevo, que remite a los últimos 20 años, es una marginalidad, una pobreza estructural que tiene como clave la ausencia de mecanismos de empleo, de incorporación a un mercado de trabajo más formal para el conjunto de la sociedad", sostuvo el experto.

Los dichos de Salvia y la próxima difusión del Observatorio coincide con el informe del centro de estudios ISEPCi, que hace pie en la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos pero que, con propios datos de campo, agrega: "En los relevamientos que realizamos entre niños y adolescentes de 0 a 19 años, comprobamos un continuo deterioro de la situación nutricional en los barrios más pobres del conurbano bonaerense.  ISEPCi elaboró un informe de salud nutricional -resultado de una experiencia de Investigación Acción Participativa en la que los propios vecinos encuestaron a más de 2.000 hogares en barrios de bajos recursos de los 33 distritos de la Provincia de Buenos Aires que conforman el Conurbano Bonaerense-

 El más reciente trabajo de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, dice que 878.000 hogares de todo el país, que abarca a un 10% de ellos, en los que viven 2.100.000 (dos millones cien mil) personas (7,6% de los habitantes), tienen ingresos alrededor de $5.000, lo significa que no tienen los recursos suficientes para alimentarse adecuadamente durante todo el mes.

De ellos unos 260.000 hogares que abarcan a unas 900.000 personas viven en el conurbano. Sobre ese universo se trabajó.

- La cantidad promedio de aportantes por hogar es de 1,55 persona y el tamaño promedio del hogar es de 5,03 personas. Sólo 23% de los hogares encuestados cuentan con un miembro o más trabajando “en blanco” y 39% reciben planes o asignaciones sociales que no sean la AUH.

- El 47% de los hogares cuentan con ingresos totales de hasta $5.100 por mes, que no alcanzan a cubrir el valor de la Canasta Básica de Alimentos, que en noviembre pasado ascendía a $5200, para una familia de 2 adultos y 2 niños pequeños.

- El 52% consume agua potable de red pero el 40% de pozo. Es destacable que los altos niveles de contaminación de las napas subterráneas en el conurbano bonaerense. Sin embargo el 62% de los hogares no utiliza ningún método para hacer segura el agua.

- Sólo el 13% de los hogares tiene gas natural de red, el 85% utiliza la garrafa, un 6% usa leña para cocinar, y un 3% recurre a algún artefacto eléctrico

- El 12% de los hogares aun no poseen heladera. 86% sí tiene heladera.

- En más del 90% de esos hogares hay al menos 1 miembro menor de 20 años. Sin embargo, el 23% de los hogares con menores no recibe AUH (Asistencia Universal por Hijo).

- En el 88% de los hogares con menores, al menos 1 de sus miembros asiste a algún comedor (comunitario, escolar o parroquial). Este número desciende a 50% en los hogares sin menores.

- 57% de los adultos se saltea alguna de las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y/o cena). La comida más fuerte es la cena (aunque 13% de los adultos se saltea esta comida) seguida por el almuerzo (una comida que saltea el 20% de los adultos de las familias encuestadas).

- 52% de los niños se saltea alguna de las 4 comidas. Al igual que los adultos la comida más fuerte es la cena, seguida por el almuerzo. 13% de los niños no almuerza en su hogar y 20% no cena en su hogar. Esto demuestra que, saltearse alguna de las 4 comidas diarias es más bien un hábito común al hogar en su totalidad y que no hay mayores diferencias entre adultos o niños. Sin embargo, en el caso de los niños, algunas de estas comidas pueden realizarse fuera del hogar en comedores comunitarios con mayor frecuencia que entre adultos.

- El 73% de los entrevistados declara que en 2016 disminuyeron en su hogar la cantidad de comidas diarias que hacían.

La mayor parte de los hogares tuvieron que restringir en el último año su consumo habitual en alimentos de primera necesidad: un 87% de los entrevistados declara que en 2016 tuvo que reducir total o parcialmente su consumo de carne, 72% que tuvo que reducir total o parcialmente el consumo de lácteos y 70% el consumo de frutas o verduras.

- La frecuencia de consumo de los distintos tipos de carne, brinda información digna de revisar: entre los hogares que consumen carne de pollo, 64% lo consume con una frecuencia de 3 o más veces a la semana; entre los hogares que consumen carne vacuna, 58% la consume 2 veces a la semana o con menor frecuencia; entre los hogares que consumen pescado la frecuencia es aún menor: 46% consume este tipo de carne con una frecuencia menor a una vez a la semana.

- Por otra parte, el consumo de harinas (harinas, fideos, polentas), es muy superior a las recomendaciones nutricionales (casi 3 de cada 10 hogares declara consumir harinas con una frecuencia diaria o mayor). En vista de los resultados vistos en el resto de los productos, el bajo costo de las harinas parece explicar mejor este comportamiento que cuestiones culturales o falta de conocimiento de una dieta equilibrada.

- El trabajo del INdEC constata el acelerado avance de la pauperización que se produjo en estas franjas de la población, entre el 2do. y el 3er. trimestre del 2016, de la mano del aumento de los precios en general y de los comestibles en particular.

La encuesta específica del ISEPCi e INNoBa, respecto a los alimentos que estas familias consumen diariamente, confirma la marcha de esta tendencia.

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