SHOW / FURCIO EN LOS OSCAR
Hay que reconocerlo: era la gala con más ritmo gracias al arranque con Justin Timberlake, que puso a la sala en pie y sacó a bailar a Javier Bardem, Nicole Kidman y Denzel Washington.
En teoría sería otra noche del Hollywood crítico por fuera y acomodado por dentro: la industria premiándose a sí misma.
Llamadas a la fraternización y la concordia muy por encima de los reclamos antipresidencialistas. Hubo que esperar a que Asghar Farhadi recibiera su no-Oscar a Mejor Película Extranjera (o sea de habla no inglesa) por 'El Vendedor' para escuchar el primer discurso claramente anti-Donald Trump.
Trump emitió una orden ejecutiva en la que inició una prohibición (de por lo menos 120 días) para que refugiados ingresen a USA y que, por 3 meses, ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen tuvieran prohibido pisar suelo estadounidense.
Por ello, el cineasta iraní Asghar Farhadi dijo que no asistiría a la entrega de premios, incluso si se le concediera una excepción especial a la nueva medida de Trump. Y cumplió.
“Dividir el mundo entre el nosotros y el enemigo genera miedo”, leyó la ingeniera de la NASA, Anousheh Ansari, en nombre de Asghar Farhadi.
Otro que reclamó fue Gael García Bernal, quien estaba a cargo de la entrega del premio al Mejor Corto Documental. Luego de anunciar al ganador, Piper, y del discurso de quien se llevó la estatuilla, el actor tomó la palabra para enviar su mensaje en contra de las medidas inmigratorias de Trump: "Como mexicano, como latinoamericano, como un inmigrante trabajador, estoy en contra de cualquier tipo de muro que quiera separarnos", y entonces dio paso al siguiente premio.
Desde el escenario, el conductor Jimmy Kimmel no le dio un respiro a Donald Trump, desde que abrió la boca en una ceremonia retrasmitida a 225 países, en la que hizo referencia a “que ahora nos odian” y consiguiendo una “nada merecida ovación” para la “sobrevalorada” Meryl Streep a quien entre risas y aplausos llegó a preguntarle si vestía un traje de Ivanka Trump.
Kimmel incluso tuiteó en la cuenta de Donald Trump buscando pelea.
También hubo momentos Oscar en los que Kimmel quiso competir con Ellen DeGeneres invitando a un autobús de turistas a la sala.
Un momento que incluyó una pareja a la que Denzel Washington casó ante las cámaras dado que además de actor, el intérprete puede oficiar matrimonios.
Pero 'la industria' es progresista por fuera, conservadora por dentro. Evidentemente, era una noche para La La Land.
De todos modos, a mitad de gala, el ganador en estatuillas contantes y sonantes era Mel Gibson y su Hasta el Último Hombre. Tenían premio hasta Escuadrón Suicida y Animales Fantásticos... y la gran favorita aún no.
En el caso de Mejor Actor, ni las barbas pudieron ocultar las lágrimas de Casey Affleck cuando se hizo con la estatuilla a mejor actor por Manchester Frente al Mar, film que también ganó la de Mejor Guión Original, un Oscar que ilusionó especialmente a Matt Damon, productor de lo que llama su “pequeña película” y que tuvo el honor de entregar a Kenneth Lonergan.
El Oscar como Mejor Actriz de Reparto fue para Viola Davis por Fences. Con su victoria Davis se convierte en la 1ra. negra que consigue los 3 principales premios de interpretación en USA, sumando al Oscar los Tony que tiene por Fences y King Hedley y el Emmy por Cómo Defender a un Asesino, que consiguió en 2015.
DESASTRE EN HOLLYWOOD
Obvio: La La Land era la favorita con sus 14 nominaciones. Al final, fue concretando estatuillas importantes: dirección (Damien Chazelle, quien se convirtió en la persona más joven en ganar un Oscar al Mejor Director) y actriz protagonista (Emma Stone), música (canción City of Stars), banda sonora, fotografía, diseño de producción: 6. Faltaba Película del Año.
Warren Beatty y Faye Dunaway subieron a escena. Warren y Faye Dunaway fueron convocados para presentar el premio a Mejor Película coincidiendo con el 50 aniversario de 'Bonnie & Clyde', un detalle simpático que le salió muy caro a la Academia de Hollywood.
Faye dijo "La La Land". En medio del festejo en el escenario, el productor del musical, Jordan Horowitz, ya comenzado el discurso de agradecimiento , se encargó de enmendar el error: “¡No, es para Moonlight! Uds han ganado. ¡No es una broma!”: acababa de explotar la 89na. edición de los Oscar, entre la incredulidad y la sorpresa no sólo porque el musical de Damien Chazelle se quedaba sin su esperada victoria sino porque los encargados de leer el último premio se equivocaron en su anuncio.
Beatty tomó el micrófono e intentó explicar que Faye y él habían recibido el sobre de Mejor Actriz, en lugar de el de Mejor Película: "Por eso le eché una larga mirada a Faye... yo no estaba tratando de ser divertido", explicó Beatty.
Detrás de escena, Emma Stone aseguró que no tenía ni idea de lo que había ocurrido, pero que ella tuvo en sus manos la tarjeta de Mejor Actriz cuando le dieron el premio, justo antes de la entrega del Oscar a la Mejor Película.
¿Por qué les llegó un sobre equivocado a Dunaway y Beatty?
¿Por qué había 2 sobres a Mejor Actriz?
El martes previo a la gala, la Academia de Hollywood envió las papeletas con los ganadores a PricewaterhouseCoopers, ncargada desde hace 70 años de custordiarlos.
Sólo 2 miembros de la firma conocen los resultados finales, que son colocados en sobres lacrados, y que sólo se abren durante la ceremonia, en el escenario, y por el/los encargado/encargados de entregar el premio.
PwC ha pedido disculpas por el error.
"Los presentadores recibieron erróneamente el sobre de la categoría equivocada y cuando se descubrió, se corrigió inmediatamente. Actualmente estamos investigando cómo podría haber ocurrido esto, y lamentamos profundamente que esto haya ocurrido. Apreciamos el humor con la que los nominados, la ABC y Jimmy Kimel manejaron la situación", explicó el comunicado de PwC.
“Pero ¿qué hiciste?”, le dijo en tono de broma Jimmy Kimmel, el maestro de ceremonias, a un tembloroso Beatty.
"Quiero decirles lo que pasó. Abrí el sobre y decía: 'Emma Stone, La La Land'. Por eso te miré tanto a vos como a Faye, no estaba tratando de hacerme el gracioso", dijo Beatty, soltando una risa tensa.
Mientras, Barry Jenkins, director de Moonlight, decía a todo el auditorio puesto en pie: “Ni en mis sueños esto puede ser cierto”. Nunca quedó claro si se refería a su victoria o al equívoco.
"Es cierto, no es falso", agregó Jenkins. "Mi amor a 'La La Land', mi amor a todo el mundo."
Moonlight, todo un poema lírico contado en tres actos sobre la adolescencia de un joven negro y homosexual, se llevó el gran premio de la noche.
Así las cosas, ganó la firme y sutil gravedad de una película que exige la única revolución necesaria en una época tan cruda como estúpida: dar la vuelta a los tristes tópicos del cine de negros violentos para demostrar a los blancos 'educados' que las etiquetas (las de los negros como las de los hispanos o los musulmanes) son también una forma de dominación. Y humillación.
Moonlight consiguió también el premio al Mejor Guión Adaptado, y el de Mejor Actor Secundario para Mahershala Alí, el primer intérprete musulmán que consigue esta estatuilla.
“Los próximos 4 años no los dejaremos solos”, declaró Jenkins desde el escenario en una de las muchas referencias políticas de la noche a todos aquellos que la política de Donald Trump quiere discriminar.
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