Fernando Burlando |
(U24) - Javier Ronco, acusado de doble homicidio, relató que desde el estudio jurídico del abogado Fernando Burlando, el fiscal Tomás Morán -en prisión preventiva- lo extorsionó pidiéndole una importante suma de dinero para quitarle el peso de la ley. Este relato es considerado como prueba clave en la causa que lleva adelante el juez de Garantías Pablo Reale y permitió poner tras las rejas a Morán.
Morán es el ex fiscal de instrucción a quien en su momento se le allanó la casa en el mismo momento que se detuvo al ex juez de Garantías de La Plata César Melazo.
Tal como informó Urgente24, Melazo y Morán fueron mencionados por varios testigos de la causa que investiga a la famosa banda mixta de policías y delincuentes que integraba Carlos Bertoni, hermano del exfutbolista de la Selección Argentina Daniel Bertoni.
También, a fines de agosto de este año imputaron en la misma causa al exjuez de Casación Manuel Martín Ordoqui.
Los tres funcionarios judiciales son apuntados por brindarle protección a la asociación ilícita que se dedicaba a entraderas y que cometió al menos un homicidios por un ajuste de cuentas, lo que originó las detenciones que comenzaron semanas atrás.
Según Clarín, en esta red de corrupción, Ronco también está acusado de formar parte de la banda liderada por Melazo, quien dejó su cargo como juez de Garantías en medio de un juicio político.
La estructura contaba con un sostén judicial: Melazo; el camarista de Casación, Martín Ordoqui (licenciado en su cargo por orden de la Suprema Corte) y Morán. Aunque los investigadores buscan otras conexiones.
El dato clave en el relato de Ronco, es que el juez Raele sostiene que otros testimonios coinciden con su relato.
Agrega el gráfico: El detenido aseguró que Morán lo citó por primera vez en la fiscalía a los pocos días del doble homicidio de María Martini y Carlos Rodríguez, cometido en julio de 2008. Las víctimas eran conocidas de Ronco porque estaban en “negocios” de compra venta de autos.
“Me cita y me dice que por dichos de terceros me iba a imputar el doble homicidio", contó el sospechoso. Luego, el funcionario judicial le habría hecho una propuesta: "Si usted me da 30 mil dólares no queda imputado”.
Esa escena habría ocurrido en su despacho. Siempre según el relato de Ronco, su respuesta fue: “Haga lo que quiera. No hay problemas”.
Dos semanas después, lo habría llamado Gustavo Galasso, un abogado que por entonces trabajaba en el estudio de Burlando, para una reunión en un café de La Plata.
“¿Vos estás loco?¿Como te le vas a parar de manos (enfrentar) al 'Viejo'? No sabés que tiene la pija así de larga?”, le habría dicho el abogado en el bar del complejo Islas Malvinas. Había otras dos personas en la reunión.
Ronco conocía a Galasso porque en el estudio de Burlando tenían como cliente a su cuñado, Rubén “El Tucumano” Herrera, ex jefe de la barra de Estudiantes. Se sospecha que Herrera es testaferro de Melazo y que juntos manejaban “el negocio de la noche”, según surge en la causa que los tiene a todos detenidos.
Después de la cita en el café del Islas Malvinas, Galasso lo habría convocado en el edificio donde funcionan las oficinas de Burlando (8 entre 55 y 56). “Boludo: ¿lo pensaste? Dame la (camioneta) RAM; o vendé un terreno, porque este viejo te va a meter en cana”, insistió el abogado, según transcribe el juez Raele en su dictamen.
Galasso había trabajado en la fiscalía de Morán. Clarín se comunicó con Burlando, quien confirmó que el episodio ocurrió pero negó haber participado y señaló que después de ese incidente Galasso fue separado del equipo de letrados.
“Ronco nunca fue cliente nuestro. Lo trajo ese día Galasso porque tenía oficina ahí. Pero no asumíamos su defensa. En mi estudio esas cosas no se hacen. Yo no tenía conocimiento de esa situación y por eso fue desafectado”, explicó.
Clarín también habló con Galasso: “Son todas mentiras infundadas de una persona imputada de graves delitos. Yo no pedí ni pido plata para nadie”, se limitó a expresar.
Urgente24 en su momento destacó detalles importantes de la causa: En las escuchas telefónicas dispuestas en la causa aparecen diálogos de los imputados hablando sobre el accionar de la organización delictiva que ahora se investiga, con la presunta complicidad de Melazo y presumiblemente el ex fiscal Morán, quien investigó el caso que puso al descubierto este oscuro entramado delictivo: el asesinato de Juan Roberto Farías, el primero de diciembre de 2010, detallaron.
También aparecen mencionados abogados y funcionarios de Casación, con supuestos arreglos para obtener libertades o arrestos domiciliarios de los integrantes de la banda.
César Melazo había reconocido haber estado en el quincho de la casa del comisario Gustavo Bursztyn, en City Bell, lugar de encuentro de la banda liderada por policías que cometió robos y estafas durante al menos ocho años.
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