Foto Gentileza La Voz del Interior. |
‘No aguantamos más, nos queremos volver a nuestro país‘, dijeron Pilar Taufiq Touma, de 40 años, y su esposa, Ani Hadad, de 29, los sirios que hace cuatro meses huyeron de la guerra en ese país y que ya tienen pasajes para volver.
Este jueves 11 saldrá el vuelo que los llevará nuevamente a Alepo, una ciudad siria destruida por la guerra que estalló en 2011. En el avión partirán Taufic, Ani y sus dos hijas, Kristel, de 10 años, y Mari Flor, de 13.
Aclararon que tienen los papeles en orden para poder entrar nuevamente a su país aunque ya no podrán volver a salir como refugiados. Hace cuatro meses llegaron esperanzados a Argentina, escapando de la muerte.
‘Pensamos que la vida aquí sería más barata y que nuestras hijas tendrían futuro, pero no lo vemos ahora. Con 10 dólares allá vivimos una semana pero acá todo aumenta‘, afirmó Taufiq en diálogo con La Voz del Interior. En este tiempo no consiguieron trabajo. Tampoco hablan español, aunque participaban del programa de la Facultad de Lenguas que enseña español a refugiados sirios.
‘Faltó ayuda del Estado. Hubo varias promesas incumplidas‘, agregó un allegado de la familia, que en este tiempo los acompañó espiritualmente y que ocasionalmente hace de traductor. En este contexto la familia subsistió, en parte, gracias a la asistencia de un vecino, que se hizo cargo del alquiler de la casa, de los gastos diarios y les facilitó un auto. Esta es otra de las razones por las que se van.
‘No queremos pedirle plata a nadie, la queremos ganar. Mi padre fue la última persona que me dio dinero y no queremos ser una carga en Argentina‘, aseguró Taufiq. También el robo del que fueron víctimas hace un mes contribuyó en la decisión de volver a su país. Entraron a su casa y se llevaron ropa y los DNI argentinos, que luego recuperaron.
‘Esa noche no pudimos dormir‘, contó Ani. Sus hijas, en cambio, ya hablan un poco de español y estaban yendo a una escuela de Pilar que había adaptado su programa de estudios para poder incluirlas.
EN SIRIA
Ani dice que la situación actual de Alepo es distinta a la de hace cuatro meses, cuando decidieron irse. ‘Ahora está más tranquilo‘, dijo y explicó que el Gobierno recuperó el control de la ciudad, antes en manos de los rebeldes.
Sin embargo, un cura tucumano que los ayudó a salir de Siria les recomendó que no se vuelvan, ya que la situación ‘está bien jodida‘. Aún siguen explotando las bombas que los rebeldes dejaron entre los escombros.
El cura les contó a los Touma que hace unos días murieron 120 personas por la explosión de una de esas bombas. Pese a ello Taufiq dijo, siempre por medio de su traductor, que está ansioso por volver. Que allá abrirá nuevamente su perfumería. ‘Si no me va bien, puedo trabajar como taxista, aquí no‘.
TAMBIÉN SE QUIEREN IR
En Jesús María hay otra familia de refugiados sirios que quiere volver a su país. Se trata de los Obari. Un allegado a la familia que los asiste confirmó que se quieren volver y dijo que no tienen los fondos para hacerlo.
Los Obari, una familia de cuatro miembros, llegaron a Córdoba a principio de año. En esa ciudad hay otras dos familias sirias.En 2015 llegaron los primeros refugiados sirios a Córdoba.
El cónsul Abdala Saddi asegura que hay 20 sirios en la provincia, algunos radicados en el interior. Faten Yalbuj fue la primera refugiada en Córdoba. Tiene familiares argentinos. (www.eltribuno.info)
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