FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN
San Martín consiguió una victoria agónica contra Quilmes, 1-0 en el tercer minuto adicionado del segundo tiempo.
El equipo sanjuanino había sido más que el Cervecero durante toda la noche, pero no había podido desnivelar frente a la buena actuación del arquero Rigamonti y la mala puntería de sus delanteros.
Sin embargo, en el tiro del final, Molina se sacó la mufa y le dio al Santo tres puntos que se festejan a lo grande.
San Martín estuvo cerca de ponerse en ventaja durante todo el partido. Aún sin gritos sagrados, un tiro libre de Gelabert, un remate de Molina que salió al lado del palo y una doble tapada muy buena de Rigamonti hicieron que el primer tiempo tuviera mucha emoción.
Luego, la violencia se volvió a hacer presente en las canchas argentinas: al 1 de Quilmes le tiraron una bomba de estruendo que explotó cerca y asustó a todos. (ole.com.ar)
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