SOCIEDAD / VIOLENCIA DE GÉNERO
Hace cuatro meses, Gina Certoma salía desesperada a la puerta de su casa envuelta en llamas: su novio la había rociado con alcohol y luego prendido fuego. Los médicos contaron que no la podían acostar en la camilla porque su cuerpo estaba en un 60% quemado, en carne viva.
Hoy, después de muchas operaciones y tratamientos, la chica de 20 años fue dada de alta y espera rehacer su vida. Mientras, el agresor, Adolfo Ezequiel Farina (22), está detenido a la espera del inicio del juicio oral.
“Hace cuatro meses no nos imaginábamos estar viviendo esta situación, aunque la deseábamos. Pero no sabíamos que era posible y la verdad es que todos nosotros y Gina estamos muy contentos”, contó Ariel Certoma, hermano de la joven en la puerta del Hospital Alemán mientras abrazaba a Sara, la madre.
Ariel dejó en claro que “lo primero era que Gina estuviera bien clínicamente, y eso ya pasó. Ahora sabe que tiene que iniciar una nueva etapa, que tiene que ver con volver a la sociedad. Y no va a ser fácil. Nosotros vamos a ayudarla lo más que podamos, pero depende de cómo ella lo asimile”.
El joven le dijo a Clarín que Gina "está tranquila. El primer mes vivirá con su abuela en Nuñez, porque queda cerca del hospital, y deberá seguir atendiéndose allí. Tiene que tener los cuidados normales, por ejemplo a la hora de bañarse, porque su piel está todavía sensible". (www.clarin.com)
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