TECNOLOGÍA / PATENTADO
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). ISIS y todos los fundamentalismos dispersos alrededor del globo suponen una gran amenaza para los vuelos que recorren rutas aéreas cercanas a las zonas más conflictivas.
Sin ir más lejos, el derribo del MH370 de Malaysia Airlines el pasado 8/03/2014, que le costó la vida a 239 pasajeros, o el del A321 ruso en cielo egipcio el pasado noviembre/2015, con 224 muertos, demostraron que la seguridad de los vuelos es muy endeble y se necesita hacer algo al respecto.
Si bien es muy difícil lograr desviar los misiles que inesperadamente se lanzan para atacar a las aeronaves, los accidentes por problemas técnicos también son una realidad, pero que no se tratan como tal.
Sobre esta problemática se interesó un ingeniero en aviación ucraniano, llamado Tatarenko Vladimir Nikolaevich, quien creó un sistema de cabina rápidamente desmontable que podría expulsarse en pleno vuelo.
Esto supone una gran revolución dentro de una industria que día a día se esmera por experimentar avances tecnológicos que apunten a crear aviones más ligeros, que consuman menos combustible, tengan una mayor capacidad de pasajeros o implementen avanzados sistemas de entretenimiento, pero que escasa vez se busca que sean más seguros.
De acuerdo a los datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), en los últimos diez años, 8% de todos los accidentes aéreos ocurrieron durante el despegue, 21% en el aterrizaje y 71% durante el vuelo.
Dentro del análisis de las causas de los accidentes, tenemos que el 75% de los casos ocurrieron debido a factores humanos.
Si bien, los estudios demuestran que viajar en avión es la forma de transporte más segura de todas, la realidad muestra que ante un escenario de un accidente de aviación, pocas veces las personas se salven.
Por este motivo, esta idea apunta a hacer funcionar el sistema de expulsión de cabina durante el despegue, aterrizaje o en vuelo. Este sistema se activaría automáticamente ante cualquier inconveniente que experimente la nave y ponga en peligro la vida de cada uno de los pasajeros.
Una vez que la cabina se separe del avión, dos paracaídas se desplegarían para que el aterrizaje sea más suave, además, en la parte inferior de la cabina habría tubos inflables para ayudar en caso acuatizajes.
Como punto adicional, esta cabina sería capaz de transportar a los pasajeros y hasta sus pertenencia.
De acuerdo a Nikolaevich, el 95% de usuarios de avión estaría dispuesto a pagar pasajes entre 15 y 20% más caros, con tal de tener acceso a un avión con cabina desmontable.
Sin embargo, podríamos preguntar fácilmente qué sucedería con los pilotos, o cómo afectaría este diseño la estructura del avión.
Lo cierto es que estamos sólo ante una patente y conversaciones que su creador tiene con los mayores fabricantes de aviones para vender esta idea.
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