jueves, 21 de enero de 2016

PRECIOS Y LA LUCHA MÁS DURA DE MM "MUY CERCA" DE LA IMPORTACIÓN

ECONOMÍA 



 "Hubo negociaciones para frenar los precios y la cosa sigue en aumento", admitió Gabriela Michetti, a cargo de la presidencia de la Nación por el viaje de Mauricio Macri a Davos, tras afirmar que siguen con detenimiento la marcha de los precios, y adelantar que se "está muy cerca" de autorizar la apertura de la importación de carne para frenar los precios, dada la incidencia que tiene este producto en la canasta básica de alimentos. 


 Las principales empresas de alimentos, bebidas y artículos de limpieza y perfumería aprovecharon que cientos de sus productos salieron de 'Precios Cuidados' para aplicar aumentos de hasta 60% en esos mismos artículos, ahora con importes libres.

 En menos de una semana, Mastellone subió más de un 40% tres de sus leches marca 'La Serenísima' (entera y descremada en sachet, y en polvo), mientras que Quilmes remarcó hasta un 60% una de sus cervezas y Unilever incrementó un 46% el lavavajillas cremoso Ala.

 El nuevo acuerdo con los supermercados y sus proveedores (que el Gobierno prefiere llamar 'Lista de precios') comprende artículos cuyo valor estaba pautado con la secretaría de Comercio, pero libera a otros productos, cuyo importe de venta al público se modificó de inmediato. Se trata de marcas que estuvieron en convenio con el Gobierno hasta enero, pero desde el martes 12 volvieron a fijar su propia política de precios.

 El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, admitió que hubo "un aumento desmedido de precios", sin embargo, dijo que fueron "antes que asumiéramos (por la administración macrista que arrancó el 10 de diciembre)".

 En este contexto es que comenzaron las negociaciones para lograr rebajas en precios no "cuidados". Según el matutino 'Clarín', fue entre las cadenas de supermercados y sus proveedores que comenzaron las negociaciones para retrotraer las subas en algunos de esos importes, algo que ya estuvo sucediendo ayer y continuaría hoy.

 En la secretaría de Comercio señalaron que ven con buenos ojos que los privados traten de saldar estas diferencias por su cuenta. Entre las compañías que estaban molestas por los precios al público de las cadenas estaban las fabricantes de bebidas y azúcar, entre otras.

 Quilmes fue una de las primeras en reaccionar. Su producto 'Quilmes Bajo Cero' subió de $13 a $20,75 tras salir de los "cuidados". El incremento, de 59,7%, fue verificado por los responsables de precios de la compañía y provocó un llamado a Cencosud, la compañía chilena que es propietaria de Jumbo y Disco, para que lo revirtieran, ya que lo detectaron en sucursales de esas cadenas.

 Ayer, ese artículo estaba a $16,80 en las mismas góndolas, que fue lo que habían arreglado Quilmes y Cencosud. Representa un incremento del 25%, algo más parecido a la inflación medida en la ciudad de Buenos Aires durante el año pasado.

En la mayor empresa de cervezas consideran que hubo un error de parte Cencosud. Por un acuerdo con Pepsico, Quilmes embotella la gaseosa 7-Up. Tras salir de “cuidados”, subió un 33%, al menos en Disco y Jumbo. Pero lo pactado también era 25%, por lo que esas cadenas disminuirán hoy el aumento.

 La marca Chango, de Tabacal, estaba a $ 10,50 mientras perteneció a los “precios cuidados” y saltó a $ 13,95 una vez que el nuevo Gobierno lo excluyó de la “lista de precios” (el nuevo nombre que estableció la secretaría de Comercio). Ese incremento, de 33%, generó enojo entre los industriales del azúcar.

 "La industria azucarera se responsabiliza por los precios que pactan los ingenios con las cadenas de distribución y no por los que se fija al producto para la venta minorista", expresaron los ingenios a través de un comunicado del Centro Azucarero Argentino.

 Las firmas "cumplen rigurosamente el acuerdo de precios suscripto en el presente mes de enero en el marco del plan Precios Cuidados, que contempla un aumento de 7% en relación con la lista de precios del cuarto trimestre de 2015", según expresaron. Y responsabilizaron a las cadenas por los precios que están viendo los consumidores.

 Por otra parte, desde el Gobierno de Mauricio Macri admitieron que analizan importar carne para frenar los precios. Lo dijo la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, tras afirmar que siguen con detenimiento la marcha de los precios, a causa de las alzas registradas durante los últimos días, al tiempo que adelantó que en ese marco se está "considerando" la posibilidad de abrir la importación de carne vacuna, por la incidencia que tiene este producto en la canasta básica de alimentos.

 "Hay mucha preocupación del gobierno por el tema precios. Nos preocupa en particular y el gobierno lo está siguiendo", dijo Michetti. En declaraciones a medios extranjeros y a acreditados en el Senado de la Nación, la vicepresidenta adelantó que se "está muy cerca" de autorizar la apertura de la importación de carne.

 "Una de las aperturas de importación que se está considerando es la de la carne porque es el precio que más se disparó", dijo Michetti, quien se encuentra a cargo de la presidencia de la Nación por el viaje de Mauricio Macri a Davos. En ese sentido, añadió que "hubo negociaciones con el sector para frenar los precios y la cosa sigue en aumento".

 LA GENTE SIGUE COMPRANDO CARNE

 "La gente sigue comprando. Sin carne el argentino no puede vivir", dijo un carnicero, que estimó que en diciembre sus precios aumentaron en promedio cerca del 10 por ciento. En diciembre, según las canastas de consumo que elabora la ciudad de Buenos Aires, la carne subió 13% en promedio, lo que impulsó el precio de todos los alimentos.

Por ejemplo, la canasta alimentaria porteña para un matrimonio compuesto por una mujer y un varón, ambos de 35 años, activos, con dos hijos varones de 6 y 9 años e inquilinos de la vivienda, mostró una suba de 4,22% en diciembre, por encima de la canasta total (3,25%), que incluye algunos servicios, y de la inflación de la ciudad, que registró un alza de 3,9% para ese mes.

Se trata de la mayor alza en esa canasta desde enero de 2014, el mes de la devaluación que impulsó Axel Kicillof. Con relación a diciembre de 2014, o sea, en su medida interanual, la canasta alimentaria subió 24%.

 Los precios de los alimentos comenzaron su raid a fines de noviembre y la primera semana del mes pasado. "El cajón de pollos pasó de 300 a 600 pesos", se quejó la encargada de una parrilla en la localidad de Fátima, a 61 kilómetros de la Capital, hace 2 días en diálogo con el matutino 'La Nación' que contó entonces que "el encargo para seis personas de un asado común (colita de cuadril, entraña, dos pollos, chorizos y dos morcillas) tuvo un valor por arriba de los 800 pesos.

 En un hipermercado de zona norte, el kilo de colita de cuadril costaba $ 199; el ojo de bife, $ 193; el peceto de novillo, $ 200, y la paleta de novillo 120 pesos, entre otros cortes de carne expuestos". 

Según el Gobierno, la Secretaría de Comercio, que entonces lideraba Augusto Costa, dejó una "zona liberada" para permitir el aumento de precios en medio de una fuerte expectativa de devaluación, que finalmente ocurrió a mediados del mes pasado.

El kirchnerismo argumenta que fue justamente la modificación del tipo de cambio lo que impactó en los precios de los alimentos. Hace dos semanas, lanzaron una canasta de unos 300 productos como extensión, aunque con cambios, del programa 'Precios Cuidados'. En ese listado no hay carne ni frutas ni verduras.

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