LATINOAMÉRICA / LULA, ENTRE LÁGRIMAS
En su primer pronunciamiento después de ser imputado por corrupción, el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva desafío este jueves a los fiscales a probar los delitos por los que fue acusado.
"Prueben que fui corrupto, que iré a pie a quedar preso", dijo Lula durante una conferencia de prensa en la que lloró ante las cámaras.
El líder del PT también se mostró cómo una víctima de una "persecución", de la que dijo estar "orgulloso"porque, según su visión, "es a causa de las cosas buenas que yo hice".
Lula atribuyó las acusaciones de corrupción en su contra a una "mentira" que se propone "acabar" con su vida política, como epílogo a la reciente destitución de su sucesora y aliada Dilma Rousseff.
"Como en un enredo de folletín, crearon un epílogo: eligieron a [Michel] Temer, destituyeron a Dilma y después a [el diputado Eduardo] Cunha; y ahora quieren destruir la vida política de Lula", afirmó el ex mandatario (2003-2010), que podría volver a presentarse a las elecciones de 2018.
"Tengo una conciencia limpia y me conozco a mí mismo... Creo que en este país hay pocas personas con una vida más expuesta que la mía", agregó el ex mandatario de Brasil.
El jefe de los fiscales que investiga el caso, Deltan Dallagnol, afirmó el miércoles en una rueda de prensa que el ex-mandatario estaba en la cima del esquema que desvió miles de millones de dólares de la petrolera estatal Petrobras, revelado por la Operación Lava Jato (lavadero de autos).
"Sin el poder de decisión de Lula, ese esquema sería imposible", aseguró Dallagnol, al definir el caso -también conocido como "Petrolao"- como "el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil".
Ahora el juez Sergio Moro, devenido en símbolo de la lucha contra la corrupción, deberá decidir si acepta la denuncia contra el ex dirigente sindical, de 70 años.
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