CLAVES / SIGUEN LA TENSIÓN Y LAS CRÍTICAS
(U24) - Es un hecho. Argentina comenzó a transitar la estanflación (recesión + inflación) con precios que se remarcan permanentemente. Semana a semana en algunos casos.
Y el Banco Central parece estar obligado a tomar medidas extremas todos los días para que la situación no se desmadre aún más.
En este contexto, estallaron los empresarios del campo, quienes pegaron el grito por el sólo hecho de mencionarse la idea de suspender la baja de retenciones a la soja e imponérselas nuevamente al trigo y el maíz. Sin embargo, Macri los calmó con una reunión en Casa Rosada ayer (3/07).
Pero quienes no quedaron conformes con las declaraciones de los integrantes de la mesa de enlace fueron los industriales. Es que sienten que son ellos los que están pagando los platos rotos por la masa de LEBACS que armó el ex presidente del Banco Central Federico Sturzenegger para absorber los pesos que generaban inflación y ahora está generando una impactante mega devaluación que le costó el puesto.
"El Presidente ratificó el rumbo, que el cronograma sigue tal cual está. Nos dijo que no es intención del Gobierno cambiar ninguna regla. Las retenciones son un tema que la Argentina deberá superar en función de que es un mecanismo que perjudica por sobre todas las cosas el impulso exportador que Argentina debe desarrollar para que entren más divisas al país", sostuvo Dardo Chiesa, titular de la Confederaciones Rurales Argentinas, durante una conferencia de prensa en el salón de bustos de la Casa Rosada.
En tanto, el titular de Coninagro, Carlos Iannizotto, analizó en frío la situación: “Si se logra estabilidad y se logra bajar las tasas de interés, hay una perspectiva de mejora. Si no, lamentablemente, la situación va a ser complicada porque el peso financiero es muy grande”.
En diálogo a FM La Patriada, agregó este miércoles (4/07): “Lo reconoció perfectamente (el problema de la alta tasa de interés) pero fue tan claro como con el tema de las retenciones. Nos dijo ‘muchachos, por ahora lamentablemente va a ser difícil que puedan bajar’. Entonces hay que buscar alternativas”.
Los industriales de la UIA fueron más duros: En la Junta Directiva alertaron que "el Gobierno se quedó sin plata y sin financiamiento", y que esa situación fue la que "dejó en manos del mercado la decisión de devaluar el peso, sin control de parte del Gabinete económico".
El cónclave se convirtió en un epicentro de la multiplicación de los problemas por la que atraviesan sectores y territorios industriales. Los más críticos recordaron que el panorama de los optimistas de la UIA que habían trazado meses atrás quedó desbancado por la caída real de la producción.
"Los que se quedaron con el dólar a $25, otros a $27 e incluso a $29 ya perdieron", señaló una fuente que participó de la reunión, filtró Bae Negocios.
Los dueños de las fábricas, no sólo pymes sino que varias grandes empresas, consideran que el poder político de Mauricio Macri quedó "debilitado" ante la crisis económica.
"No puede manejar el dólar y el mercado se lo está haciendo pagar", evaluó otro integrante de la UIA.
A su vez, se planteó la necesidad de impulsar medidas que permitan que las PyMEs atraviesen esta compleja coyuntura, en particular aspectos tributarios, comerciales y financieros.
La realidad es que el gobierno nacional no da señales de volantazo para mejorar la situación sino para contener. El problema es que se está cortando la cadena de pagos, la oferta laboral cayó un 40% y la economía no resiste medio mes más con este nivel de tasas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario