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| JAVIER IGUACEL |
(U24) - En la madrugada del domingo, las naftas en las estaciones de servicio de YPF comenzaron a venderse un 5% más caras que el sábado, llegando incluso a subas de un 8% en los combustibles premium, lo que se tradujo en un avance sin límites a la vista, que desde hoy acompañarán las otras petroleras.
Ocurre que con ello se hizo humo definitivamente el acuerdo de precios que había impulsado el exministro de Energía, Juan José Aranguren, en mayo y junio y que preveía un incremento de 3% para este mes. Así con una suba superior a la prevista, el litro de súper pasó a costar alrededor de $27,83 en Capital; en tanto, la premium subió a $33,20, mientras el gasoil fue desde $23,05 a $24,20, y el premium de $26,86 a $29,01.
La devaluación del peso frente a la escalada del dólar, que el viernes trepó a $29,50, cambió el panorama y de esta forma dejó trunco el congelamiento tarifario prometido por el saliente funcionario. Y que no haya acuerdo significa que las otras firmas como Shell o Axion de Pan American Energy puedan aplicar hoy las mismas subas o incluso mayores con el único límite en el hecho de que la petrolera estatal tiene el 55% del mercado.
Esta decisión de YPF "se tomó tras el encuentro que mantuvo el ministro Nicolás Dujovne con el titular de la petrolera, Miguel Gutiérrez, el jueves pasado. Se entiende además que es un intento por no dar marcha atrás con la liberación de precios para no desalentar inversiones y no llevar a una situación insostenible el valor de la acción de YPF, que el viernes perforó el piso de u$s14 y terminó en u$s13,58 en Nueva York, y al mismo tiempo no crear fuerte malestar en la sociedad ni tampoco asestar un golpe du ro al índice de inflación de julio".
Esta presunción fue publicada por el diario 'Ambito Financiero' esta mañana. Pero más cierto es que el aumento implica más de un punto en el índice de precios al consumidor de julio, y la inversión dependerá no solo de los valores al público. La misma fuente que explicó lo anterior al diario financiero, afirmó que "este es un momento de transición en camino a la plena normalización de los precios para alinearlos con los mercados internacionales".
Según publicó esta mañana el diario 'La Nación', "el Gobierno está dispuesto a realizar una jugada arriesgada". ¿Qué significa esto? Que el flamante sucesor de Aranguren, Javier Iguacel, prepara una serie de medidas para "liberalizar totalmente el mercado de los combustibles y generar competencia entre productoras de gas para poder bajar el precio de ese insumo".
"¿Quieren mercado? Tendrán mercado", eso es lo que repite Iguacel en cada reunión con empresarios del sector, según el matutino mencionado. Esto es, cero intervencionismo, ya que con este no lograron ni bajar precios ni aumentar producción.
"Va a haber libertad total con el precio. Compitan y el mercado convalidará o no los precios. Tengan libertad, pero con responsabilidad". Eso les había dicho Iguacel.
¿Qué pasará en agosto, entonces? O mejor, ¿qué pasará en los próximos días (julio recién empieza)? Iguacel, exejecutivo de Pluspetrol, le repite a sus colaboradores que todas las empresas energéticas del mundo trabajan con previsiones para el año que tienen como gran referencia el precio del petróleo.
Esos números para este año están sumados y restados con un barril de petróleo de alrededor de 60 dólares. "Ahora está alrededor de 80 dólares. Todas ganan plata con estos números", dicen cerca del ministro, según 'La Nación'.
Así es que están convencidos de que este nivel de precios les deja ganancias a las petroleras, por lo que si alguna aumenta demasiado, deberá competir con otra que los deje más abajo. A ello se suma que Trafigura, el mayor trader mundial de combustibles, que opera en el mercado local con la compra de las estaciones de servicio de Pampa Energía (que a su vez le compró a Petrobras), es una suerte de referencia que podría importar en caso de que las locales entren en un sistema de cartelización. Ello sin tener en cuenta que la holandesa no está operando desde el 12 de junio...
A ese panorama se suma algo más: el Ministerio de Energía es el principal accionista de YPF, y si bien Iguacel piensa tomar distancia de la gestión ya les habló al oído a los ejecutivos de la estatal con el discurso de la "libertad con responsabilidad".
Será una pelea dura con las petroleras que, por ahora, solo saben de incomodidades y de falta de certezas mientras esperan ver en qué punto se estabiliza el tipo de cambio y lo que suceda en el mercado internacional.
Mientras tanto, los consumidores son los que cuentan con el panorama más claro: habrá más aumentos en los próximos meses, los combustibles empujarán el IPC de julio, y las vacaciones de invierno serán muy calientes...
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