(U24) - La decisión de Cristina Fernández de postularse como candidata a vicepresidente junto a Alberto Fernández desencadenó un verdadero reacomodamiento de piezas en más de una fuerza. Si bien son muchos lo que creen que "es lo mismo porque será ella la que detentará el poder en caso de ganar", cierto es que a los fines de la competencia electoral el panorama se ha modificado.
Y a quien más preocupa ello, es al oficialismo que por estar horas estaría analizando nueva y seriamente la posibilidad de que Mauricio Macri decline sus aspiraciones reeleccionistas para dar paso a la actual gobernadora y figura estrella de Cambiemos, María Eugenia Vidal, y lograr así retener el poder.
¿En qué se sustenta esta 'mayoría'? Algunos sectores de la coalición gobernante creen que urge pegar un golpe de timón que ayude a generar una nueva expectativa en la sociedad. Y ya no serían sólo los radicales los que empujan ese sacudón. En ámbitos del PRO también creen que es necesario retomar la iniciativa política frente al inesperado giro kirchnerista.
"Hay que ampliar el espacio", pregonan según publicó el diario 'El Día'. Un punto difícil en medio de la crisis económica. Acuerdos con sectores del peronismo dialoguista parece algo complicado de lograr y más aún, sumar sumar a armados de tinte progresista. En ese marco, renace el llamado 'Plan V' que ubica a María Eugenia Vidal como posible reemplazante de Macri en la fórmula presidencial de Cambiemos.
En efecto, nunca fue eliminado del todo en un escenario en el que la ponderación pública de Macri ha caído fuertemente en consonancia con la crisis económica. En ese contexto, sus chances de retener la Presidencia están en duda.
"Todo puede cambiar, incluso en nuestro espacio", admiten no pocos dirigentes según el medio platense. Se habló, por caso, de una fórmula presidencial acompañando como vice a Macri. "Un disparate", salieron a descartar rápido esa alquimia en el oficialismo.
Ayer, lo que sonó fuerte una vez más es la posibilidad de que Vidal reemplace directamente a Macri en una fórmula que podría estar integrada por el radical Martín Lousteau. Es un deseo de no pocos dirigentes del propio oficialismo; justamente, el de aquellos que están convencidos de que la movida de Cristina exige una respuesta contundente.
Sin embargo, según analiza Carlos Pagni en el diario 'La Nación', en las últimas semanas, el propio Macri ha modificado su forma de ver el panorama: "Hasta hace alrededor de un mes, su lectura del proceso político era similar a la que había adoptado en 2017. La economía, que fue en un comienzo deprimente, comenzó a dar un giro que premió al oficialismo con un gran triunfo electoral en las legislativas de ese año.
A partir del segundo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Macri esperó que se repitiera el mismo ciclo. Pero el repunte se demora. Ayer, el indicador de actividad económica volvió a ser desalentador. A tono con ese malestar, las encuestas van insinuando un fenómeno que hace dos años no existía: una corriente de rechazo a la figura presidencial que excede a la feligresía kirchnerista". Según Pagni, en Cambiemos se debate si el enojo con Macri puede revertirse o si, en cambio, obliga a olvidar la reelección.
El grupo de asesores encabezados por Marcos Peña cree que ese antimacrismo de antikirchneristas es circunstancial, por lo que pueden ser reconquistados, ya que abandonaron al oficialismo para situarse en el limbo de indecisos. Mientras, las encuestas indicarían que esa fuga ya se detuvo.
En cambio, entre los otros dirigentes, sobre todo radicales, ese antimacrismo es "un límite infranqueable, que convierte a Macri en irrecuperable".
Aconsejan por ello, como sostiene 'El Día', un reemplazo y miran a Vidal. Aunque para otros, no alcanza con buscar otro candidato. Creen que con Cambiemos ya no alcanza para expresar la resistencia a un reflujo kirchnerista y que se debe ir a una nueva alianza, en la que podría integrarse Roberto Lavagna, para dirimir la fórmula en unas primarias.
"Al final, el veredicto surgirá de una encuesta que calibrará el volumen y la consistencia del antimacrismo. El Presidente se la encargó a Jaime Durán Barba con una indicación que se suponía innecesaria: "Quiero que me digan la verdad". (...)
El Presidente esperará ese estudio de opinión y también el índice de inflación de mayo, que se publicará a mediados del mes que viene, antes de resolver si se postula. Reemplazar su candidatura es una operación riesgosísima. Cualquier sustituto quedaría contaminado por las razones que lo estarían sacando de carrera.
Es el principal peligro para una eventual candidatura de Vidal, publicó Pagni que afirma que un colaborador de confianza de la mandataria afirmó que "si ella aceptara postularse a la presidencia será porque Macri la convenció de que él mismo está convencido de esa jugada. El 'plan V' solo funcionaría si fuera parte de un 'plan M'", escribe Pagni.
Los que quieren expandir el oficialismo no encuentran, además, terreno hacia el cual realizar esa expansión. Mientras, el objetivo de la Rosada no es expandirlo sino dividir al peronismo para que el antimacrismo no se integre.
En tanto, para el kirchnerismo es esencial que Roberto Lavagna compita para que el antikirchnerismo no se integre. Cierto es que la volatilidad de la actual política hace que las cuatro semanas que restan para la presentación de candidatos luzcan como una eternidad, y que nadie descarte nuevas sorpresas, incluso, dentro del oficialismo.
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