(U24) - El Gobierno Nacional le puso fin a Enarsa, la empresa de energía creada durante la administración de Néstor Kirchner que se convirtió en sinónimo de ineficiencia y negocios espurios.
A través de un decreto firmado por el presidente Mauricio Macri, y que se publicó este miércoles en el Boletín Oficial se instruye al ministerio de Energía a que "impulse" la fusión de aquella firma estatal con otra, lo que dará fundación a una nueva que llevará por nombre Integración Energética Argentina S.A.
De acuerdo al decreto 882, Enarsa se convertirá en la "sociedad absorbente" de Emprendimientos Binacionales Sociedad Anónima (EBISA). Con su nueva denominación, la empresa fusionada se encargará de "la comercialización de la energía eléctrica proveniente de los aprovechamientos binacionales e interconexiones" antes manejadas por EBISA.
El decreto dispone además la venta de los activos del Estado en el sector, que incluyen 6 centrales termoeléctricas y participación accionaria en distintas compañías.
De acuerdo a versiones periodísticas, fuentes oficiales señalan que la movida apunta a terminar con la historia de falta de transparencia de Enarsa.
La compañía creada en 2004 tenía a su cargo la importación de gas natural proveniente de Bolivia y del GNL que llega en barcos a distintas terminales regasificadoras, además de combustibles líquidos.
Sin embargo, el nombre de la firma saltó a la fama por un muy comentado incidente. En 2007, el empresario venezolano Antonini Wilson quedó demorado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria que le confiscó un maletín con US$800 mil que intentaba ingresar de forma ilegal.
Wilson, que después estuvo en la Casa Rosada durante un acto, llegó a la Argentina a bordo de un Cessna Citation que había alquilado Enarsa.
También venían en la nave Exequiel Espinosa, presidente de Enarsa, y Claudio Uberti, un funcionario señalado como ejecutor de los negocios entre la Argentina y la Venezuela de Hugo Chávez.
Ante la crisis energética, la caja de Enarsa se volvió tan abultada como deficitaria. La escasez de gas obligó a recortar el suministro las usinas eléctricas, que debieron reemplazar el fluido con fuel oil y gas oil que importaba la misma Enarsa.
El escándalo más reciente que involucró a la firma está vinculado a uno de los pedidos de detención que pesaron sobre Julio De Vido.
El juez Claudio Bonadio pidió el desafuero del diputado kirchnerista y su arresto luego de que un peritaje determinara un desfalco contra el Estado por US$7 mil millones producto de sobreprecios en el GNL importado.
Enarsa tuvo a cargo desde 2008 hasta 2012, cuando la reestatizada YPF tomó las riendas del negocio. Enarsa fue creada en 2004 a través de la sanción de la ley 25.943 que estableció que la empresa intervendría tanto en la exploración y explotación petrolera, el transporte y distribución de gas y la generación, transporte y distribución de energía eléctrica.
La ley también le asignó a Enarsa "la titularidad de los permisos de exploración y de las concesiones de explotación sobre la totalidad de las áreas marítimas nacionales que no se encuentran sujetas a tales permisos o concesiones a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley".
Cuando le tocó defender su creación en el Senado, De Vido calificó la iniciativa como una "verdadera epopeya", que servirá para "rectificar rumbos" en materia energética. El exministro hoy está preso por las sospechosas maniobras de la empresa.
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