por GUSTAVO HERNÁNDEZ BARATTA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). ¿Aborto? Entonces discutámoslo todo.
Como aclaración fundamental, los argumentos que se vierten a continuación se refieren al embarazo fruto de una relación sexual consentida entre personas hábiles, quedando así excluída la violación.
El argumento a favor de la legalización del aborto es el de la soberanía de la mujer sobre su propio cuerpo.
Podríamos discutir años si el embrión puede ser considerado parte del cuerpo de la mujer o si el mismo es un ser humano singular que está en el cuerpo de su madre como consecuencia de un acto previo libre y voluntario de ésta (toda vez que existen métodos anticonceptivos y pastilla del día después que libera de la concepción tomando mínimos recaudos).
Pero ya que no vamos jamás a ponernos de acuerdo en éste punto, concedamos el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo y legalicemos el aborto.
Entonces, la soberanía de la mujer sobre su propio cuerpo es el mismo argumento para:
a) Legalizar absolutamente la prostitución. Basta de perseguir a mujeres que libre y voluntariamente hacen uso de la soberanía de su cuerpo para ejercer el comercio del sexo.
Quien proponga perseguir la prostitución (reitero libre y voluntaria) es un enemigo de la soberanía de la mujer sobre su cuerpo.
b) Legalizar absolutamente que una persona pueda vender un órgano, ya que si el argumento de la soberanía valida que pueda cegarse la vida de un tercero no puede esgrimirse en contrario la vida propia como limitante.
c) Legalizar absolutamente al suicidio y a la muerte asistida. Si es permitido (e incluso se le obliga) a un médico asistir a una mujer en la práctica de un aborto, debe permitirse la asistencia de un médico en la determinación de una persona de quitarse la vida, sin importar las razones por las cuales una persona decida dejar de vivir.
d) Si la mujer tiene derecho a interrumpir un embarazo no deseado, el varón debe tener derecho a evitar una paternidad no deseada por las mismas razones.
Es decir, la soberanía del cuerpo. ¿Si existe el derecho de la mujer a evitar la consecuencia de un hijo no querido, por qué razón el varón debería cargar con esas mismas consecuencias?
Sostener el derecho a la mujer a interrumpir un embarazo pero no concederle el derecho a prostituirse libremente, incluyendo claro está al derecho a tratar libremente con sus clientes, es contradecir el argumento principal, la soberanía de la mujer sobre su cuerpo.
Lo mismo en relación a la venta de los propios órganos o a la muerte voluntaria. Sostener el derecho a la mujer a interrumpir un embarazo no deseado, pero no concederle al padre el derecho a no hacerse cargo del hijo por nacer, es simplemente establecer una desigualdad legal que no tiene justificación alguna.
Por supuesto tampoco la tienen los derechos del menor ya que, la decisión paterna de no considerarlo descendencia inflinge un daño al tercero infinitamente menor que el que infligirá la madre abortiva.
Si vamos a discutir, discutamos en serio.
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