Semanalmente, los medios de comunicación –oficiales y oficiosos- dan a conocer declaraciones de quienes ostentan el poder de gobernar.
Parecería ser que, entre esos funcionarios, se habría detectado un importante y grave retraso en el ejercicio de la memoria. La causal, del síntoma detectado, tiene que ver con el simple y complejo a la vez de no recordar lo que dijeron anteriormente.
Como verdaderos camaleones se van adaptando a los momentos y situaciones para nunca quedar mal delante de lo que se podría denominar “La gilada de turno”.
¿Qué significa Hipocresía? Los diccionarios y enciclopedias la definen como: “Actitud constante o esporádica de fingir creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades o estándares que no se tienen o no se siguen” Palabras más, palabras menos, un hipócrita es aquel que ‘finge’ cualidades o sentimientos, diametralmente opuestos, a los que tiene o experimenta.
Es frente a los grandes y graves problemas que debe enfrentar una sociedad cuando, los hipócritas salen a la palestra, tratando de minimizar o desacreditar, con ampulosas promesas que nunca podrán concretar, considerando que, nunca lo hicieron mientras tuvieron la oportunidad de corregir sus errores.
La realidad, pone sobre el tapete, todo aquello que se quiere tapar con la propia incompetencia. En muchos casos señalando otros responsables o reclamos, etiquetados, como desestabilizadores. Es muy peligroso seguir tensando la soga.
Resulta, de suma gravedad, tratar a los demás como si fueran sujetos amorfos y sin capacidad de discernimiento. Los ‘fariseos’ de la sociedad sostienen que hay que eliminar toda forma de cuestionamiento.
La ignorancia como fin de todo principio. No existe el poder perpetuo. En algún momento, habrá que rendir cuentas, a pesar de todo y todos.
¿No le parece? - Fernando Piqueres
Aforismo: “No le temo al enemigo que me ataca sino al falso amigo que me trata”
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