Tenemos gran desesperación. Uno no sabe qué hacer”, se lamentó un estudiante desde la red social Facebook. “Los distritos afectados por la sudestada son Lanús, San Fernando, Avellaneda, Quilmes, Tigre, Ensenada y Lomas de Zamora”, dijo Eduardo Aparicio, ministro de Desarrollo Social provincial, quien ratificó que en La Matanza son 1.100 los evacuados, “ya que las lluvias impiden el buen drenaje de las aguas”.
El gobernador Daniel Scioli recorrió centros de evacuados del Distrito y analizó la situación:“En La Matanza, las obras funcionaron positivamente, el reservorio de Ramos Mejía permitió que no se inunde. Si bien hay otros barrios anegados, estamos trabajando intensamente para que esto no suceda nuevamente y en estos casos siempre nos van a encontrar con la guardia alta”. El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, recorrió centros de evacuados, habló con vecinos damnificados y supervisó las tareas mientras su gente explicaba que la sudestada provoca que el río de La Plata esté al tope de su capacidad, por ello el río Matanza no puede escurrir allí el acumulado de los 18 arroyos que cruzan el territorio matancero.
“En la zona norte (el temporal) ha provocado en algunos municipios rotura de terraplenes y ha hecho un tapón hidráulico y evitado el rápido escurrimiento de lo que sería el río Luján, que desemboca en el río de la Plata en la parte norte”, detalló. Dramático el relato de El 1 Digital: El barrio La Loma, ubicado a la vera del río Matanza, en cercanías del arroyo Dupuy, se encuentra a la altura del km. 28 de la Ruta Nº 3.
Allí, la situación tras casi una semana de fuertes lluvias es una de las peores en el Partido. Así lo dejó en claro el testimonio de una vecina a Voces de Opinión, por Radio Universidad. “Después de tantos días de lluvia, no se puede decir buenas tardes; es muy desesperante, no se puede vivir así”, afirmó Laura, quien vive hace años en el barrio. “Ya no nos queda nada, perdimos todo: ropa, electrodomésticos y lo que se te ocurra”, confesó una vecina.
Desde 2011, hemos volcado ocho camiones de tierra, pero igual nos tapó el agua y hace casi una semana, literalmente, que no duermo: tememos que lluevan dos gotas y tengamos que poner las compuertas. Estamos cada vez peor”, confesó la mujer.
La casa de Laura se encuentra a solo una cuadra del arroyo Dupuy, uno de los afluentes del río Matanza. En los últimos años, enviaron notas en reclamo de obras tanto a la Autoridad de la Cuenca Matanza - Riachuelo (ACuMaR) como al Municipio.
Pero no hubo soluciones: “Estamos cada vez peor”, protestó. “Ya no nos queda nada, perdimos todo: ropa, electrodomésticos y lo que se te ocurra. Ahora, algunos estamos dando ropa a los vecinos que están más mojados”, graficó, y alertó sobre el riesgo de “morir electrocutados” a raíz de que, pese a estar en plena inundación, el suministro eléctrico no fue interrumpido.
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