jueves, 11 de diciembre de 2014

PISO RÉCORD PARA EL CRUDO, PERO EL AUTOMOVILISTA ARGENTINO 'SE LA TIENE QUE COMER'

AGENCIA / SITUACIÓN


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El precio del petróleo cayó este jueves por debajo de los US$60 por 1ra vez en los últimos 5 años. El crudo tipo Texas, de referencia en USA, cotizaba a US$59,95 por barril en el mercado de Nueva York.



La debilidad del precio del petróleo se debe principalmente a la sobreoferta tras el boom de la extracción no convencional en USA. Por otro lado, la OPEP decidió en su última reunión no apuntalar los precios a través de un recorte de su propia cuota en el mercado.

En este contexto, el precio de los combustibles se ha retraído en muchos países por el recorte en sus costos.

Pero ese no es el caso de la Argentina. A pesar de la caída de los precios del barril en el comercio internacional los consumidores argentinos no han podido sacar provecho de esta situación.

Peor aún, los automovilistas terminan haciendo un aporte a las ganancias de las petroleras, como la estatal YPF, que ha aumentado incesantemente el precio de las naftas a lo largo de todo el año. Un extraño caso de populismo inverso.

El economista Luis Palma Cané explicaba en declaraciones radiales cómo el retroceso del precio del petróleo beneficia, por ejemplo, a los automovilistas de USA. Dijo que la porción de renta que algún jeque árabe dejaba de percibir se trasladaba al consumidor de combustibles y que ese ahorro se volcaba al consumo general, dándole algún empujón a la economía estadounidense.

Se estima que los estadounidenses ahorrarían hasta US$800 mensuales en naftas.

Si bien la Argentina puede contar como beneficio que gastará menos en importaciones de combustibles por este recorte del costo, no se trata de un provecho que sea visible para el consumidor de a pie (o, mejor dicho, en auto) que sigue pagando naftas más caras que en USA o en China.

¿A qué se debe esto? Luis Machioldi, presidente de la Federación de Entidades de Combustible y Afines de la provincia de Buenos Aires, encontró en la presión tributaria una explicación.

"En la Argentina el ingrediente impositivo dentro del valor del combustible es muy importante, porque está en el orden del 70%", dijo. Entonces, para que bajen los precios, el Estado debería ceder una parte. Por otro lado, el precio de transacción del barril en el mercado interno quedó fijo en $83, por lo tanto, el costo de refinación sigue siendo el mismo. Además, hay un ingrediente político que no es menor. El Gobierno le dio vía libre a YPF para aumentar sostenidamente sus precios y de esa forma acumular cash flow para sus proyectos de exploración.

Bajar el precio de sus naftas implicaría erosionar esa caja destinada a financiar el desarrollo de la formación Vaca Muerta en Neuquén. En la industria, sin embargo, un sector no ve con desagrado que los precios bajen y le den un poco de oxígeno a las deslucidas ventas de este año.

"Una baja en el precio permitiría que el mercado recupere un poco su nivel de ventas.

A octubre, el despacho de naftas cayó un 0,3% y de gasoil, 2,9%", dijo el titular de Shell en la Argentina, Juan José Aranguren.

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