Claudio Bonadio
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) “Hay que cuidar a Bonadio”, se repite a quienes visitan el despacho de un alto funcionario judicial que gobierna gran parte del territorio de los tribunales federales de Retiro, según publicó este fin de semana 'Perfil'.
Los jueces, fiscales y operadores judiciales que enfrentan al Gobierno saben que el juez federal Claudio Bonadio prepara medidas en la causa Hotesur que pondrán a la familia de la Presidenta en el ojo de la tormenta. Y deben cuidarlo para que la embestida persista.
Así, tras la feria de enero, las expectativas están puestas en Bonadio y la certera posibilidad de que avance contra lo que más le dolerá a la mandataria: su hijo, Máximo Kirchner.
Según dijeron fuentes judiciales al mencionado medio, aseguran que habrá novedades a partir del 5 de febrero, esto es, mañana, y creen que Máximo será el blanco principal del juez.
Según publicó hace instantes el sitio 'Infobae', el juez federal fue amenazado de muerte el jueves pasado. El mensaje habría sido recibido por su secretaria privada, según informaron fuentes judiciales al sitio.
Un día después el magistrado que entiende en causas sensibles para el Gobierno realizó una denuncia penal, que recayó en el juzgado de Norberto Oyarbide.
Ahora, dicen que no son pocos los operadores judiciales que creen que Bonadio podría ser desplazado de la investigación, y que hay un antecedente que le da fuerza a esta hipótesis: La Sala I de la Cámara cuestionó la actitud de Bonadio luego de que el abogado de Romina Mercado, presidente de Hotesur, Carlos Beraldi, denunciara que le restringieron el acceso a los papeles de la causa.
Los jueces que integran esa sala son Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Luis Ballestero. Mañana serán protagonistas de una audiencia en la que el abogado que defiende los intereses de la familia Kirchner expondrá sus argumentos para desplazar a Bonadio de la investigación.
Estos camaristas han dado muestras de sintonía fina judicial con el kirchnerismo. Farah y Freiler fueron quienes desecharon las grabaciones del caso Skanska, donde un ejecutivo admitió haber pagado coimas y haber "consolidado" valijas que le llevaban "al pingüino de acá cerca".
Finalmente esas incriminaciones no pudieron ser utilizadas en el expediente. Son, además, los mismos magistrados que pusieron al borde de la nulidad los mails hallados en las computadoras del testaferro Ricardo Jaime.
En esos correos aparecía evidencia clara de casos de corrupción que involucraban a funcionarios y empresarios.
Los tres camaristas respaldaron a Oyarbide en otra causa en la que el kirchnerismo se interesó particularmente: las escuchas telefónicas ilegales por las que había sido procesado Mauricio Macri. Y en las próximas semanas serán noticia no sólo por su intervención en el caso Hotesur: la suerte de Amado Boudou en el caso Ciccone depende de sus firmas.
Hotesur SA
La causa sobre Hotesur SA, la empresa que administra los hoteles de los Kirchner, comenzó en noviembre con una denuncia por supuestas irregularidades de la firma ante la Inspección General de Justicia (IGJ), pero avanzó en otro camino: una presunta maniobra de lavado de dinero que involucraría también a Lázaro Báez.
El empresario recibió facturas de Hotesur por el alquiler de cuartos en los hoteles de los Kirchner por unos $14 millones entre 2010 y 2011. Le pagó a la familia presidencial esa suma, aun cuando sus empleados no estuvieran ocupando las habitaciones contratadas.
Tras la muerte de Kirchner, Cristina se quedó con el 49% de las acciones de Hotesur, y sus dos hijos, Máximo y Florencia, tienen entre ambos otro 49%.
Bonadio investiga al accionista del otro 2%. Bonadio trabajó durante todo enero en su despacho. Debe analizar las declaraciones juradas ante la AFIP de la Presidenta, Máximo y otros miembros de la familia presidencial, como Florencia. También toda la documentación que obtuvo de la AFIP sobre Lázaro Báez, su hijo Martín y el fallecido ex presidente Néstor Kirchner presentada entre 2008 y octubre de 2010.
En esta causa, Máximo tendría en su contra haber firmado algunos documentos. Según el diario 'Clarín', hay documentos que muestran que en 2011 el único representante de los socios de Hotesur que avalaba las resoluciones de la empresa era Máximo.
Su rúbrica habría aprobado los balances contables de 2009-2010. Ese período está en la mira judicial por la ocupación ficticia de los hoteles de los Kirchner por parte de empresas de Báez.
Y por irregularidades ante la IGJ. Además, Hotesur comparte domicilio fiscal con una sociedad de Máximo llamada Negocios Inmobiliarios SA, en avenida Kirchner 496, Río Gallegos.
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