viernes, 29 de mayo de 2015

LUCAS AZCONA, IMPUTADO POR MATAR A LA ESTUDIANTE CHILENA IRÁ A JUICIO ORAL

AGENCIA / POLICIALES 


 Lucas Azcona asesinó a la joven estudiante chilena 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).-Este viernes 29/05 se conoció que Lucas Azcona, imputado por matar a la estudiante chilena Nicole Sessarego Borquez, irá a juicio oral.



 El joven, de 22 años, está acusado por uno de los delitos más graves del Código Penal, imputado por homicidio agravado por odio de género, por lo que podría recibir una pena de prisión perpetua.

Azcona se encuentra detenido en la cárcel federal de Ezeiza. Nicole, de 21 años, cursaba en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, como parte de un intercambio estudiantil, cuando en la madrugada del 15/07 fue sorprendida metros antes de ingresar al edificio de Don Bosco al 4100 de esta capital, donde vivía.

La chica fue apuñalada y murió en el ingreso al inmueble, adonde fue encontrada poco después por vecinos.

La investigación transcurrió sin rumbo claro hasta que el pasado 8 de noviembre el padre de Azcona decidió entregarlo, cuando, junto a una de sus hijas, lo reconoció en la filmación de una cámara de seguridad difundida por la Justicia.

Primer procesamiento por "odio de género" en el país 

El agravamiento de la pena para los homicidios cometidos por "odio de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión", fue en diciembre de 2012 incluido en el inciso 4to. del artículo 80 del Código Penal (homicidios agravados).

La incorporación al sistema penal argentino del agravante del "odio" como motivación para cometer un homicidio fue propuesta por primera vez en 1960 por el jurista Sebastián Soler en su proyecto de reforma del Código de 1922, encargada por el gobierno de Arturo Frondizi.

En ese instancia se trataba de agravar las penas de crímenes cometidos "por el fin" en casos de "odio racial o religioso", lo que fue tomado de la "Convención sobre el genocidio" aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial y a raíz de las atrocidades del nazismo.

Argentina había adherido a este compromiso en 1956, pero recién tuvo rango constitucional en la reforma de 1994 cuando se incorporó la "Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio".

Entre 1963 y 1964 el agravamiento, por "odio", junto a las motivaciones por "placer y codicia", estuvo vigente durante los gobiernos de José María Guido y Arturo Illia, hasta que fue derogado, pero en 1968 lo reinstauró, a instancias de Soler, la dictadura de Onganía y lo mantuvo en su reforma penal la de 1976.

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