La dirigente piquetera ultrakirchnerista, Milagro Sala, irá a juicio oral en el marco de una causa por presuntas amenazas contra 2 policías jujeños.
La decisión fue adoptada por la Cámara de Apelaciones y Control, que confirmó así un fallo del juez Jorge Rodolfo Zurueta que no hizo lugar al pedido de sobreseimiento formulado por la defensa de la líder de la Túpac Amaru.
El hecho ocurrió el 13/10 de 2014. Ese día, Sala supuestamente amenazó de muerte a los 2 uniformados provinciales.
"Voy a poner una bomba y los voy a hacer volar a la mierda", les habría dicho la entonces diputada provincial a los efectivos.
De acuerdo con la denuncia de los policías –que se desempeñaban en aquel entonces en la comisaría 56 del barrio Alto Comedero, en la capital provincial- la dirigente los amenazó por teléfono celular.
"Ustedes me van a conocer a mí. Yo soy Milagro Sala", habría dicho. Por esto, fue imputada por el delito de "amenazas". La dirigente les habría advertido que los iba a matar si éstos no entregaban bultos de ropa supuestamente robada que –por orden del fiscal Gustavo Araya- permanecía en la comisaría.
Así, los jueces Gloria María Mercedes Portal de Albisetti, Emilio Carlos Cattan y Néstor Hugo Paoloni decidieron que la causa que involucra a Sala (detenida hoy por otras causas) sea elevada a juicio oral.
El abogado de la también integrante del Parlasur adelantó que apelará la resolución de la Cámara ante el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy.
Para los camaristas, quedó acreditada la existencia de los hechos delictivos que se le imputan a la dirigente. "Existiendo en la causa los elementos de cargo suficientes como para elevar la causa a juicio, donde se harán valer las pruebas que hacen a la defensa de Sala dictándose sentencia con el grado de certeza de los hechos denunciados", añadió la magistrada Portal de Albisetti.
Los otros dos jueces adhirieron. En su momento, por esta causa Sala fue convocada en reiteradas oportunidades por la Justicia. Sin embargo nunca se presentó e hizo caso omiso de la acusación.
Para el fiscal Araya siempre estuvo claro que la dirigente intentó "infundir miedo" a sus víctimas, ya que así los amenazados "se sentían menos libres y se abstenían de muchas cosas que, sin ese temor, habrían realizado tranquilamente".
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