LATINOAMÉRICA / ENTREVISTA SANTOS / URIBE
Un solo clamor: una nueva oportunidad para construir La Paz#MarchaPorLaPaz #AcuerdoYa
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#MarchaPorLaPaz un sí rotundo a la Paz pic.twitter.com/0JoU0LWjc3
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¡Nunca dejaremos de soñar! ¡Queremos La Paz! #MarchaPorLaPaz #AcuerdosYapic.twitter.com/Oaek2BkE8w
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Cuando veíamos la guerra de vuelta llegaron los jóvenes a devolvernos la esperanza de la paz. !Gracias muchachos!#MarchaPorLaPaz #AcuerdoYa pic.twitter.com/OuMvY06ZUJ
— Andrés Gil (@AndresEliasGil) 6 de octubre de 2016
Dolió mucho el resultado del domingo, pero esta imagen cura un poquito el corazón.#MarchaPorLaPaz pic.twitter.com/1Dpvtak1MW
— Óscar Schwarzemberg (@YerbaMalaMuere) 6 de octubre de 2016
La convocatoria a la multitudinaria marcha en silencio por la paz no tenía un color político ni ideología y no había reparos a la participación de partidarios del ‘No’ o del ‘Sí’ o de los abstencionistas. Todos eran bienvenidos.
La condición era que quisieran la paz y que no llevaran elementos alusivos a partidos políticos, según explicó Jaime Bravo, estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana y líder de Javerianos por la paz, un movimiento que surgió en agosto pasado, tras la finalización de los diálogos en La Habana.
“El Gobierno y las Farc han invertido mucho tiempo en los diálogos de paz, el país ha esperado todos estos años para conseguir un acuerdo; ahora que se votó por el ‘No’ en el plebiscito, es el momento de pronunciarnos y de que todos nos unamos en torno a un acuerdo final”, agregó Bravo cuando apenas comenzaba la concentración en el lobby de acceso de este campus.
Detrás de los jóvenes líderes de la movilización marchó una peregrinación multitudinaria, al punto que las 20 calles que hay entre el Planetario y la Plaza de Bolívar fueron por más de tres horas una sola larga corriente de personas de blanco.
En algunos tramos de la movilización se olvidó que era una marcha silenciosa: las consignas y la música se hicieron sentir: “¡Acuerdo ya!”, “¡Que no se paren de la mesa!”, “El pueblo/unido/ jamás será vencido”, arengaban mientras avanzaban.
La movilización comenzó media hora antes de lo programado. A las 4:30 de la tarde, por ejemplo, estudiantes y profesores de la Javeriana y de la Piloto comenzaron su camino por la carrera 7.ª elevando arengas en las que les decían a las víctimas y desmovilizados “los queremos en casa”.
Lo propio hacían otros grupos de personas que desde diferentes puntos de la ciudad se dirigían hacia el Planetario, el sitio de concentración. Pasadas las 6 de la tarde, la cantidad de personas era incontable.
No alcanzaba la vista a cubrir la inmensa multitud que se encontraba en la zona. La aglomeración inicial llegaba hasta los alrededores de la plaza de toros y más allá de la torre Colpatria. En muchos de los carteles, en los que predominaba el color blanco, se podían leer mensajes como: “No basta con hablar de paz, uno debe creer en ella, hay que trabajar para conseguirla”, mientras otros gritaban “ ¡Acuerdo ya!” y luego “¡Yo soy paz!”.
Finalmente, se leyó un comunicado con el que los jóvenes exhortan a los políticos para que, ya sean afectos del Sí o el No, se comprometan a discutir pronto hasta encontrar una solución, y que la oportunidad de la paz no se extravíe esta vez.
Un clamor esta vez invocado por miles y miles de ciudadanos con el liderazgo de los jóvenes, los miles y miles que revivieron la ‘Marcha del Silencio’ para así exigir lo mismo que hace 68 años: paz. “No podemos tener un país así de polarizado. Tenemos que pensar como compatriotas y sacar esto adelante. No sólo con los del Sí. Si ganó el No, por algo será. Es más, queremos una reconciliación entre los del Sí y los del No”, aseguró Juan José Burgos poco antes de arrancar la marcha.
Los líderes universitarios habían convocado plantones y encuentros antes para impulsar el Sí en el plebiscito por la paz, el mismo que perdieron y cuyo resultado adverso parece haber avivado una energía dormida.
“Tal vez no fuimos lo sufrientemente activos, no logramos dinamizar lo suficiente el plebiscito, perdimos, y eso nos puso un reto mayor que debemos superar porque no podemos perder esta oportunidad de alcanzar la paz. Por eso estamos acá, para emular a Gaitán y para retomar el entusiasmó de la Séptima Papeleta con la que los jóvenes logramos abrir paso a la Constitución del 91, ahora vamos por la paz del país”, dice Sebastián Gómez un líder de la Universidad Libre. Uribe / Santos Antes de todo eso, ocurrió un encuentro entre el presidente Juan Manuel Santos y su más radical opositor, el expresidente Álvaro Uribe, abrió este miércoles un camino de voluntades mutuas en busca de la paz, tras casi 6 años de distanciamiento.
Santos recibió a Uribe a las 11: 30 en la Casa de Nariño, tal como lo habían previsto, y su encuentro, rodeados de sus equipos de trabajo, se prolongó hasta un poco después de las 15:30. El balance que ambos hicieron de manera pública, tras la cita, fue positivo. Esperanzador para recuperar el curso del proceso de paz con las Farc.
Quedó claro que los dos líderes van a tratar de hallar coincidencias para “hacer ajustes” al acuerdo de paz suscrito en La Habana, con las Farc, hasta “donde sea posible”. Tras los resultados del plebiscito del domingo, en el cual la mayoría de votantes rechazó el acuerdo con las Farc, Santos abrió la puerta para construir un pacto político con sus opositores, que este miércoles comenzó a tomar forma.
Además de Uribe, Santos recibió a los líderes de tendencia conservadora que también apoyaron el ‘No’, como el expresidente Andrés Pastrana, el exprocurador Alejandro Ordóñez y a la exministra Marta Lucía Ramírez.
El lunes, Santos ya había recibido en Palacio a voceros de los gremios y de las iglesias que estuvieron a favor y en contra de la refrendación de los acuerdos de La Habana.
Desde el mismo domingo en la noche, cuando conoció los resultados de las urnas, Santos aceptó el reto de sus contradictores de buscar un pacto político para intentar sacar adelante, de todas maneras, la paz con la insurgencia.
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