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| El cura Viroche venía denunciando a grupos narcos que operaban en la zona este de San Miguel de Tucumán. |
El sacerdote Juan Viroche, de 46 años, fue encontrado sin vida dentro de la iglesia en La Florida, ubicada a unos 70 kilómetros al este de la capital tucumana. Según informa TN, el cura estaba ahorcado, colgando de una escalera.
En los últimos años Viroche había denunciado el avance de las drogas en localidades del interior y recientemente había expresado a los vecinos su intención de alejarse de la localidad por las amenazas que había recibido por grupos de la zona ligados al narcotráfico.
La Justicia determinó que el cuerpo del sacerdote sea sometido a una autopsia para determinar las causas de su muerte, que aún no están claras.
Según trascendió en las últimas horas, Viroche esperaba que el arzobispo Alfredo Zecca lo trasladara de parroquia, ya que estaba muy atemorizado. La trágica noticia generó conmoción, especialmente entre los habitantes de la zona este de la provincia.
En noviembre del año pasado, Viroche brindó una misa al aire libre en Delfín Gallo para pedir por un pueblo sin drogas ni robos.
“Se ve que hay grandes operativos (policiales) en la zona del Gran San Miguel de Tucumán, pero el interior comienza a liberarse y (los delincuentes) empiezan a venir hacia acá”, había explicado en ese momento.
Viroche había contado que los "narcos" utilizan bombas de estruendo para anunciar la llegada de drogas. “A determinada hora de la noche, los fines de semana, suena una bomba avisando que ‘ya vienen en camino’.
Luego suenan dos bombas avisando que ‘ya están’ en los lugares que los chicos saben que se vende”, había relatado.
"No sé qué hay en el corazón de una persona que está envenenando al hijo de su amigo o de su vecino. Sabemos las consecuencias que esto trae y estamos hablando de chicos desde los 13 años. Es terrible dominar a una persona de ese modo y quitarle la libertad", había comentado el sacerdote.
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