FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN
Gimnasia jugó mejor y mereció algo más que el puntero Estudiantes, al que le cortó una racha de cuatro triunfos seguidos, pero al que no puede ganarle el clásico platense desde el 2010.
El equipo de Vivas sigue invicto y sin recibir goles.
A Estudiantes le sirvió. Es cierto, un triunfo le daba una linda ventaja sobre sus perseguidores.
Pero con el 0-0 sigue invicto, sin goles en contra, sin perder el clásico y en la punta.
Pero, además, se llevó un puntito en un partido incómodo, por el clima y el césped mojado, porque Gimnasia fue un poco mejor que el Pincha, porque aunque el Lobo no fue un rival apabullante, lo presiono bien, lo complicó y le cortó el circuito, tanto como para que el equipo de Vivas al menos se sintiera molesto en la cancha.
Al local le queda la espina de haber sido algo más, de saber que con poquito podría haberse llevado un premio mayor y cortar esa racha de seis años sin poder vencer en el clásico platense.
Si hubo un gran protagonista en el partido fueron los resbalones, la inestabilidad de un campo que recibió un chaparrón antes de empezar y una llovizna constante, lo que generó alguna piernita de más, alguna jugada polémica, fricciones extras y algunos enojos, pero nada pasó a mayores.
No fue un gran partido de ninguno de los dos y la lluvia lo hizo más desprolijo. Por el lado de Gimnasia, quien se llevó los aplausos fue Sebastián Romero: Chirola, con 38 años, fue el mejor del Lobo, que manejó la pelota, en el final le puso una gran pelota a Niell que no pudo controlar en el área, y hasta terminó con una molestia muscular de todo lo que corrió.
Fue la nota sobresaliente en un partido que tuvo muy poquito para dar y que seguramente pronto quedará en el olvido. (www.ole.com.ar)
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