POLÍTICA / ENTREVISTA
(U24) - Ya es conocida la trayectoria del rionegrino Miguel Ángel Pichetto en el Senado de la Nación y en el peronismo. Tuvo el apoyo de Carlos Menem, luego apoyó a Eduardo Duhalde, fue ‘espada’ legislativa de Néstor Kirchner y de Cristina. Hoy, es el interlocutor clave de Cambiemos en la Cámara alta para sacar las leyes que necesita Macri mientras intenta articular al peronismo derrotado en dos elecciones nacionales.
Lo que él explica que es su fidelidad al peronismo y a la democracia, más allá de quién tenga el poder en determinado momento, para otros es ‘traición’. Pero para Pichetto esa palabra no existe en política ni en su diccionario, según explicó en una entrevista con la revista Parlamentario.
Pichetto también habló del nuevo liderazgo en el peronismo con miras a 2019, pero no señaló a nadie. Sólo apeló a los jóvenes y a los que tienen experiencia.
Sobre Cristina intentó desdramatizar la ruptura del bloque del Frente para la Victoria, pero no le cerró las puertas a la exmandataria para volver a congeniar en el futuro, a pesar de que el kirchnerismo duro lo rechaza.
No habló Pichetto sobre su futuro político. En Río Negro nunca logró ganar una elección a gobernador y en dos años se termina su mandato como senador nacional. Tampoco se refirió a los rumores sobre su presunto interés de conformar la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de una postulación por parte de Cambiemos en agradecimiento a sus servicios: fue decisivo el apoyo de su bloque para las reformas que impulsó Macri, por ejemplo, o para aislar a Cristina Fernández y agrupar al peronismo dialoguista.
A CONTINUACIÓN LA ENTREVISTA BRINDADA A PARLAMENTARIO:
- En las últimas elecciones, al peronismo no le fue tan bien. ¿Podrá el peronismo reagruparse o recomponer su situación?
- Es una tarea y un esfuerzo que tienen que hacer todos los dirigentes del peronismo; los gobernadores que tienen peso propio; los intendentes, no solamente del conurbano, sino de distintos lugares del país. Nosotros gobernamos muchas intendencias y muchas ciudades importantes, por lo que hay un reservorio y una capacidad de generación de expectativas. Me parece que como todo proyecto político, necesita de dos elementos centrales: un liderazgo y una propuesta; definir un liderazgo de cara al 2019 y una propuesta que pueda captar el interés de la ciudadanía.
- ¿Cómo se consigue un liderazgo?
- Creo que hay que mirar a figuras jóvenes, o figuras con experiencia; el peronismo tiene gobernadores como (Juan Manuel) Urtubey, como (Juan) Schiaretti, el propio gobernador de San Juan (Sergio) Uñac, (Juan) Manzur; en fin, hay gobernadores interesantes y hay que mirar también hacia adentro del Congreso. Hay que trabajar con la idea de la recuperación del partido como centro nacional; dar un debate de carácter ideológico que exprese el peronismo, la relación con la CGT, con los gremios, con los trabajadores, con los sectores más postergados, con los que no tienen empleo.
- Algunos de sus compañeros del FpV lo acusan de traidor…
- En política esa palabra no existe, no es una palabra que tenga incorporada en el diccionario.
- ¿Pero a usted le duele?
- Tampoco me duele, la verdad que estoy inmunizado de ese tipo de críticas, porque son sin ningún tipo de sustancia ni contenido. Yo siempre estuve en el peronismo, siempre tuve una visión ligada a la democracia, al debate, a la discusión política. Aun con mayorías plenas acá en el Senado garantice siempre el nivel de participación, de respeto humano y político por las minorías en el espacio de la discusión, tanto en el recinto, como en las comisiones, el cumplimiento estricto de las normas. Acá nadie puede venir a gritar, a insultar, a agraviar, o a generar hechos de violencia, y esta es una cultura que usted sabe está instalada en el Senado, y tuve mucho que ver con todo eso, y por supuesto todos los senadores colaboramos con esa construcción. Así que a mí no me preocupan esas descalificaciones, yo no hago política con descalificaciones de tipo personal. Hago política como bloque de ideas y creo haber actuado consecuentemente con el Gobierno anterior del que fui una figura importante como presidente del bloque durante 12 años. Si usted revisa en la historia parlamentaria, hay pocos que tengan una trayectoria de tantos años en la presidencia de un bloque. Siempre he trabajado en función de los intereses de mi gobierno, en esta etapa yo considero que el peronismo tiene que reconfigurar, reordenarse, creo que los sectores más ligados a una visión opositora de bloqueo de izquierda en la Argentina no son la alternativa para el peronismo. Y éste es un debate que deberá darse el peronismo. Yo no califico a nadie como traidor, no me atrevería, nadie tiene el peronómetro y nunca he traicionado al pensamiento y a la visión del peronista.
- ¿En el Senado hubo una ruptura en el bloque del Frente para la Víctoria?
- Ahora hay un bloque Justicialista mayoritario de 21, más 4 del interbloque que hacen en total 25. Es el bloque denominado Argentina Federal, y hay un bloque del Frente para la Victoria, con la expresidenta y siete senadores más. A mí me hubiera gustado mantener la unidad, pero también la unidad era muy ficticia, porque en el momento de la votación siempre votaban en forma diferente. Había gente que tenía que apostar a la gobernabilidad de provincias inviables, por ejemplo Santa Cruz, donde teníamos que ponerle los votos para que la cuestión fiscal pueda llegar a esa provincia, y había senadores de Santa Cruz que votaban en contra. Ese es un mundo maravilloso…
- ¿En definitiva la ruptura con Cristina no tiene retorno?
- Yo no diría eso en política, lo que digo es que hay diferencias de visión. Pero yo no tengo cuestiones de tipo personal, creo además que la expresidenta tiene que seguir siendo senadora, que no debe proceder ningún desafuero hasta que no haya sentencia firme, lo mismo para el caso de Carlos Menem. Son planteos de carácter doctrinario y de una mirada judicialista frente a temas institucionales. La voluntad del pueblo no puede ser vulnerada por una resolución de primera instancia en una etapa instructiva del sumario, donde todavía ni siquiera hay elevación a juicio. Esto lo dije mucho antes; lo dije con Carlos Menem antes y con otros senadores que tuvieron este problema, y lo digo ahora, y no es una cuestión de tipo de personas, sino de visión institucional. A algunos no les gusta, pero éste es el procedimiento judicial que tenemos. Hay sentencia definitiva y principio de cosa juzgada cuando se agotaron todas las instancias. No les gusta este procedimiento que es el estado de derecho, hagan otro, modifiquemos la ley, procesos más cortos…
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