POLICIALES / BRISA AMARAL
(U24) - De golpe, Brisa Amaral se transformó en una jefa narco. Se endureció en pocas horas. Con apenas 18 años, cargó sobre sus espaldas el recuerdo fresco del cuerpo de su novio, Jonathan Funes, acribillado a balazos el 4 de febrero pasado. Su amor expiró esa tarde de calor furioso en la ruta A012, a unos metros de la cárcel de Piñero, a 25 kilómetros de Rosario. Quedó retratada en esa escena dramática.
Los sicarios que ejecutaron a Jonathan decidieron dejarla viva. Subestimaron su carácter. Unos días después, a Brisa le dispararon desde un auto, cuando iba al velorio de su novio.
Brisa Amaral fue detenida el pasado jueves 27/04, junto con otras diez personas, en un megaoperativo que ejecutó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Rosario, donde se realizaron 40 allanamientos para golpear a la banda de los Funes, este clan narcocriminal que manejaba una red de 25 puntos de venta de estupefacientes con una violencia extrema en la disputa por el territorio contra el clan Caminos, que provocó un recrudecimiento de los asesinatos, con más de 70 muertes este año.
LAS MUJERES LIDERAN:
El papel de las mujeres implicadas es importante en las mafias narcos. A medida que fueron quedando detenidos los hombres, cambiaron su función dentro de la estructura: ejecutaban las órdenes que provenían desde el penal de Piñero, algo que los fiscales corroboraron a través de escuchas de las comunicaciones telefónicas que atravesaban los muros carcelarios, aseguran los fiscales.
Entre ellas, figuran Brisa Amaral, de 18 años (vinculada con Lamparita Funes y única testigo del asesinato de Jonatan Funes), y Daniela Ungaro, de 50, ex esposa del sindicado narco Luis Medina, quien fue asesinado con su entonces pareja a fines de diciembre de 2013.
Ayer domingo 29/04, fueron imputados los sospechosos de integrar una banda que lidera René “Brujo” Ungaro desde la cárcel de Piñero, siete de ellos como integrantes de una asociación ilícita y un octavo por tenencia ilegal de armas, tras lo cual el juez Hernán Postma les dictó a todos la prisión preventiva por el plazo de la ley.
Pero un dato curioso es que durante la audiencia imputativa que comenzó pasadas las 10 se acusó a Daniela Ungaro, hermana del Brujo, de ser la persona que negociaba con la comisaría 11ª protección e impunidad para sus negocios ilegales. Incluso, de ser la encargada de llevarle el dinero al jefe de la seccional.
También fue acusado formalmente Jorge Funes, quien había sido mencionado como parte de la banda en imputativas anteriores aunque no tuvo orden de detención sobre su cabeza hasta el último jueves. Hizo uso de la palabra y aclaró que vive con custodia porque asesinaron a toda su familia. Y que está cargo de dos hijos menores (su esposa Mariela Miranda fue asesinada en marzo de 2016 y ya este año sus hijos Jonatan y Ulises corrieron la misma suerte) y que además tiene a su cargo a su nieta de 9 meses, ya que su hijo Alan y su nuera Jorgelina “Chipi” Selerpe están detenidos –acusados por un asesinato–.
Dijo que está bajo una acusación injusta, ya que vive de su trabajo como transportista, y que no tenía orden de captura sobre él –se dictó luego de que no lo hubieran podido hallar, dice la acusación–, ya que la Fiscalía siempre supo dónde vivía porque tenía la custodia en la puerta: “Si me hubieran querido detener sabían dónde encontrarme”.
LA ESTRUCTURA CRIMINAL
La causa contra el clan Funes -expediente N° 39419 se inició el 7 de noviembre de 2016, con la denuncia de un testigo de identidad reservada que advertía que ese grupo dominaba la venta de drogas en el barrio La Tablada, donde nunca mermaron los asesinatos. El denunciante contó en su declaración cómo se movían los engranajes de violencia en el barrio. Dijo que un policía le dijo: "Ahí vive Lautaro Funes, si querés te libero la zona y lo matás de un tiro".
De acuerdo con la investigación, que llevaron adelante los fiscales provincial Gisela Paolicelli y federal Claudio Kishimoto, esta banda narco está liderada por dos ramas.
Por un lado, por los Funes, con Jorge y sus dos hijos Lautaro y Alan, quienes actualmente están presos en el penal de Piñero. Y por otro lado, por los Ungaro, un apellido pesado e histórico en La Tablada.
Los jefes son René, quien está preso por el crimen del jefe de la barra de Newell's, Roberto Caminos, y su hermana Daniela, quien fue detenida anteayer y es la exesposa del empresario narco Luis Medina, acribillado en diciembre de 2013 junto a su novia.
Ese cuadro superior de la organización manda un grupo integrado por diez personas, que ascendieron en la estructura tras la detención de Alan y Lautaro Funes. Por debajo, la banda tiene nueve soldaditos identificados.
René Ungaro, preso, y Jorge Funes, quien fue atacado a balazos el 1° de enero pasado, eran en un principio quienes movían los hilos de la banda. Elegían los lugares de acopio, fraccionamiento y venta de los estupefacientes. También decidían blancos de asaltos y las represalias contra el rival clan Caminos.
Lautaro y Alan Funes eran los que conseguían las armas y coordinaban los ataques, mientras que Jorgelina Selerpe, alias Chipi, novia de Alan, abastecía y recaudaba de las bocas de expendio de venta de droga.
Esta estructura del negocio del narcomenudeo cambia a partir de enero. Y Brisa Amaral, una sobreviviente de esta guerra, es la nueva jefa que retransmite las órdenes que dan los Funes desde sus calabozos.
EN SEIS MESES HUBO TRES MASACRES NARCO:
Las estadísticas muestran que la violencia recrudeció en el Gran Rosario. El total de crímenes este año alcanza los 72 casos, contra 47 en el mismo período de 2017.
Las características de las emboscadas que terminan con muertes son otra muestra de este nuevo escenario criminal. En los últimos tres meses hubo tres triples homicidios en la ciudad y sus alrededores.
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