TENIS / ROLAND GARROS
(DP) - ¿Por dónde empezar en relación a Delpo? ¿Que de las dudas acerca de si jugaba o no el torneo ya lo tenemos en semifinales? ¿O que al arribar a la penúltima instancia definitoria se aseguró volver el lunes próximo a su mejor ranking histórico, cuarto, como en 2012, antes de las series de lesiones que pusieron en jaque a su carrera tenística? ¿O acaso por citar que esta historia de su presencia en Roland Garros 2018 puede terminar con un título y aún mejor con un novedoso ranking que sería el tercer puesto?
Lo concreto es que Juan Martín del Potro no se complicó más de la cuenta ante su amigo y eterna víctima, el croata Marin Cilic tras reanudarse el juego de cuartos de final suspendido por la lluvia el miércoles (7-6, 5-7, 6-3 y 7-5) y este viernes no antes de las 10.30 de la Argentina, jugará semifinales ante otro amigo y acérrimo rival, Rafael Nadal, vencedor del otro duelo completado ayer, ante el aguerrido y jerarquizado Diego Schwartzman mientras el sorprendente italiano Marco Cecchinato (¿el nuevo Adriano Panatta del tenis itálico?) se las ve en el restante cruce ante otro gran candidato sobre la tierra batida francesa, el austríaco Dominic Thiem, en primer turno.
Un Delpo entero física y anímicamente, quien ayer se emocionó una vez más tras ganar -y para de paso emocionar al público y recibir una ovación que ya es clásica para consigo en todas partes del mundo- al recordar que para él, el tenis estuvo a punto de ser un recuerdo tras tres operaciones de muñeca y ahora verse de nuevo dando pelea importante en el lote de tenistas top donde él merece estar y por lo que tanto luchó tras regresar en 2016.
Un Delpo muy concentrado en hacer valer las mejores potestades de su juego irresistible, ayer para un Cilic totalmente errático e impotente, a pesar de haberle ganado un set, el segundo, en un lapso donde el tandilense no movió las piernas como debe, pegó parado y forzado y estiró algunos minutos más un triunfo que se apreciaba.
Marcamos el tema en función de Schwartzman y Nadal y también lo hacemos con Delpo y Cilic. A Delpo no le vino nada bien el parate del miércoles y tener que reanudar ayer bajo un sol a pleno y calor de mediodía, y con un saque que determinaba la pelota previa a concluir el primer set, que direccionaría el curso del partido ante el croata.
Delpo resolvió bien esa cuestión, aseguró el primer parcial en tie-break pero al rato, dejó de pegar, se frenó y permitió que Cilic, aun cargándose paulatinamente de errores no forzados, lo complicase y acabase por emparejarle en sets.
Pero como viene haciendo un culto a la concentración y al aplicar sus golpes donde debe, Del Potro en un rato se fue para adelante con el resultado y festejó. No está hecho con haber llegado hasta Nadal. Quiere ganarle y seguir haciendo historia. Hoy tendrá la ocasión.
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