(U24) - Japón era miembro de la CBI desde el 21 de abril de 1951 y hasta ahora había respetado la moratoria en la caza comercial de la ballena acordada en 1982. Sin embargo, desde organizaciones proteccionistas de los animales denunciaban que se realizaba una caza encubierta.
Sin embargo, desde el Gobierno japonés aseguraron que el país actuará como observador en el seno de la organización y sigue comprometido en la gestión de los recursos marinos de acuerdo con datos científicos.
Durante estos años, Japón cazó ballenas en aguas del Océano Antártico y el Pacífico Norte, pero supuestamente con fines científicos. Esto está previsto en la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, firmada en 1946. Japón no es el único país que está en contra de la moratoria que prohíbe la caza comercial de los cetáceos, que entró en vigor en 1985.
En septiembre de este año, Japón propuso removerla y crear un comité de caza sostenible, pero los miembros de la CBI rechazaron entonces por mayoría (41 votos en contra, 27 a favor y 2 abstenciones) la propuesta.
Entonces, Japón amenazó con retirarse de la CBI, decisión que comunicó hoy. No es el primero en retirarse: Canadá, por ejemplo, abandonó esa comisión en 1982. Desde Greenpeace, consideran "lamentable y peligrosa" la decisión de Japón. Teme un "efecto de bola de nieve sobre los países que las han cazado históricamente, como Noruega e Islandia" y pide que "los países más conservacionistas, como Australia, EEUU y los integrantes de la UE, denuncien al Tribunal de Justicia Internacional estas prácticas" y que vigilen las actividades pesqueras japonesas.
Fue en el siglo XII cuando los japoneses comenzaron a capturar esos animales marinos con arpón. Durante el siglo XX se convirtió en uno de los mayores países balleneros del mundo. Sin embargo, en 1988 firmó la moratoria sobre la caza comercial decidida en la CBI pero comenzó la "investigación científica" en la Antártida, a través de la cual se cazan cetáceos.
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