SOCIEDAD / TRATA DE PERSONAS
(U24) - "Ella está muy bien, mucho más tranquila, con la hermana con la que se reencontró tras 32 años sin verse", dijo María del Carmen Núñez, secretaria de la Fiscalía Federal de Orán, Salta. "Hubo que rastrearla aún sin fotografías, porque la hermana de la víctima tenía obviamente fotos hasta el momento en que se fue", sostuvo la funcionaria judicial en diálogo con TN.
Interpol colaboró en la búsqueda que culminó ayer (25/12).
La víctima no ha declarado aún y se encuentra con asistencia psicológica permanente. Tanto ella como su hijo, de 13 años, fueron llevadas a una dependencia de la Unidad de Investigación y Procedimientos Judiciales de la localidad salteña.
La mujer permaneció 32 años secuestrada, vivía en el fondo de un garaje y sin documentos, estaban encerrados con doble candado. Era explotada en un prostíbulo. Finalmente, la Gendarmería la encontró y ella pudo reunirse con su familia, que nunca dejó de buscarla.
Sin embargo, aún no se sabe qué va a pasar con la mujer y su hijo.
Ambos están por debajo de su peso saludable: la mujer pesa veinte kilos menos del promedio para su edad, su estatura y su contextura física.
Cuando tenía trece años, un hombre boliviano de 50 años, en pareja con la hermana mayor de la víctima, les prometió trabajo y bienestar en el país limítrofe.
Él las obligó a trabajar en un prostíbuo, la mayor volver a Argentina unos meses después.
Ahora, ella pudo comunicarse con autoridades bolivianas, a las que les dijo que quería volver a Argentina con su hijo, pero no tenía documentos. Funcionarios judiciales y policiales de Bolivia encabezaron un operativo para recuperar esa documentación y facilitar su salida del país.
Así fue que el pasado 22/12 tanto ella como su hijo ingresaron al país. Viajaron en avión desde Salta a Buenos Aires y, tras un encuentro con personal de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas, fueron trasladados por tierra a Mar del Plata.
La investigación
Fue en el año 2014 cuando otra hermana se acercó a la justicia para hacer la denuncia sobre la desaparición de la víctima. Se inició una búsqueda y se libró un oficio al área de Interpol de la Policía Federal.
Una denuncia anónima reveló que la víctima estaría en la ciudad boliviana de Bermejo, departamento de Tarija, a 200 kilómetros de la frontera argentina.
En 2017, hubo nuevos datos: la Unidad de Investigaciones Orán de Gendarmería pudo determinar que la mujer atendía un puesto de comida en el Mercado Central de Bermejo, y que tenía un hijo de 9 años con ella. La policía dio con ella hace un año y la víctima dijo que quería volver a Argentina.
Entonces, aseguró que quien la tenía cautiva era una mujer que la obligaba a ella y a su hijo a trabajar en el puesto y que la mantenía encerrada bajo llave en un garage. La mujer que la tenía secuestrada fue detenida.
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