(D.P) - Las unidades del transporte público en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano se convirtieron en escenarios de peligro para los usuarios, ya que se registraron 8.790 casos de violencia durante el año 2018, a un promedio diario de 24 hechos de robo, abuso sexual, violación e incluso homicidio, como el padecido por Sandra Rivas, que perdió la vida a bordo de un colectivo de la Línea 338. Así lo indicó un relevamiento llevado adelante por el Estudio Miglino y Abogados, en conjunto con la ONG Defendamos Buenos Aires.
“La información surge de cruzar todas las denuncias por robo, abuso sexual, violación e incluso homicidio a bordo de colectivos, trenes, taxis y subterráneos. Que se produzca al menos un delito cada hora, nos indica que la gente no viaja segura ni en Capital Federal ni en Provincia de Buenos Aires”, dijo Javier Miglino, CEO de Miglino y Abogados.
“Adelante marchan los colectivos con más de 50 por ciento de los hechos violentos, siguen los trenes con el 30 por ciento, luego los taxis con el 12 por ciento y el subte con el 8 por ciento. Los taxis son el medio de transporte que más bajó en relación a la medición del año pasado, cuando eran protagonistas del 30 por ciento de los hechos violentos y mucho tuvo que ver la implementación masiva de la aplicación UBER, que logró que mucha gente viaje más segura”, dijo Miglino.
El abogado, director del estudio, sostuvo: “Durante el año llevamos a cabo encuestas sobre inseguridad a partir de casos graves como el homicidio de la niña Sheila Ayala, asesinada por su tío, cuando para nuestra sorpresa más del 95 por ciento de los encuestados pedía pena de muerte por estos crímenes”.
“Asimismo preguntamos sobre el exponencial aumento del uso de armas para defensa personal en Capital Federal y Conurbano y si actuaría o no abatiendo al delincuente, en uso de la legítima defensa establecida en el artículo 34 del Código Penal; en caso de ser abordado por un criminal o en caso de que su familia fuera víctima. Y en todos los casos la gente nos decía que había llegado a un nivel de hartazgo por la ausencia policial. La gente no ve policías en los trenes, ni en los subtes, ni en las cabeceras de colectivos ni en la calle. Esta falta de presencia policial también la notan los criminales y por eso se sienten seguros y tranquilos y salen a robar, violar y matar”, dijo Miglino.
En el estudio se menciona un cambio cultural. “Por otra parte, la gente entendió que seguridad es progreso, porque de nada sirve abrir un negocio con los ahorros de toda la vida o comprarse una casa o un auto nuevo si va a llegar un delincuente y no solo va a robar o usurpar la vivienda sino que en el camino también se llevará la vida del dueño de casa o incendiará la vivienda tal como ocurrió en la última Navidad con casos de robo seguido de incendio en propiedades de Hurlingham y Bella Vista”, dijo el letrado.
“La gente privilegia por encima de todo la seguridad y está dispuesta a armarse, ante la falta de compromiso policial, para defender su vida, la de sus seres queridos y su patrimonio. Esa es la principal conclusión de todos los estudios que sobre inseguridad realizamos a lo largo del año 2018”, concluyó el abogado Javier Miglino.
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