Foto: HUGO VILLALOBOS/NA. |
Por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Son tiempos de 'operaciones' fuertes y negociaciones duras, pero a causa de que el juego político transcurre en los medios de comunicación, esa franja de electores muy bien informados, casi todos opositores, se encuentra a un paso de zozobrar ante las negativas reiteradas de Mauricio Macri y Sergio Massa a un acuerdo fiable y competitivo para acceder al poder luego de 12 extensos y agotadores años K.
Mientras Cristina Fernández intenta recrear la “Fiesta del Bicentenario” (2010, el inicio de su recuperación luego del bochorno 2008/2009) para fortalecer el cambio de tendencia favorable al Frente para la Victoria, y así apuntalar la continuidad del kirchnerismo -aunque sea en su versión light, con Daniel Scioli-; el estancamiento de Mauricio Macri en las encuestas se comienza a notar y, en los mismos trabajos, es imposible ocultar que la leve recuperación que puede registrar Sergio Massa no compensa el derrumbe que sufrió durante el semestre que pasó.
No hablamos de encuestas pagadas para influir en políticos, empresarios y periodistas, sino de trabajos serios, encargados por bancos o grandes empresas, que deciden inversiones de decenas o cientos de millones de dólares según las posibilidades electorales que muestran uno u otro candidato.
Por ese motivo, es mínima la manipulación en los trabajos que contratan.
El escenario es muy claro, sencillo y contundente y permite tomar decisiones claras, más allá de los asesores de marketing político:
1. Daniel Scioli sigue creciendo en las encuestas, impulsado por la recuperación de imagen del Gobierno. No llega a los 40 puntos porcentuales, pero si se mantiene la tendencia, podría alcanzarlos o quedar muy cerca.
2. Cristina Fernández sube muy pocos puntos de imagen positiva, tiene cerca de 60 puntos de percepción negativa y, a causa de que ella está endureciendo su discurso, podría volver a amesetarse o caer en el tramo previo a la votación de las PASO nacionales.
3. Pese a la recesión, la caída del PBI, la pérdida de puestos de trabajo, el aumento de personas que ya ni salen a buscar empleo, la alta inflación y los problemas para completar la canasta familiar deseada, el percepción económica ha mejorado y es de esperar que, ante el pago de los primeros aumentos de sueldos acordados, pegará un nuevo salto favorable.
4. Mauricio Macri se mantiene en las encuestas en meseta desde hace 2 meses. El enfrentamiento entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti en la Ciudad neutralizó el efecto positivo del triunfo del PRO. También se agotaron las secuelas del éxito de Miguel del Sel en Santa Fe y del acuerdo con los radicales.
5. Sergio Massa no ha recuperado lo que perdió antes del verano. De todos modos, ha sido pequeña la fuga de intención de votos en comparación con los errores cometidos. Todavía su acuerdo con José Manuel De la Sota no tuvo efecto en el electorado. Mucho menos el mentado acto en Vélez Sarsfield. Pero ¿y si formalizara directamente un binomio con De la Sota, algo que no podrá hacer luego de las PASO?
6. Según datos actuales, no hay duda que Sergio Massa superaría en cantidad de votos a cualquier otro candidato que tenga el kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires, incluso, dificultaría los planes de Cristina Fernández de postularse para gobernadora. Pero ¿quién lo convence?
7. Mauricio Macri tiene mayor intención de votos en casi todas las provincias pero si fuera candidato a gobernador de Buenos Aires, tal como sugirió Sergio Massa (Macri nació en Tandil, provincia de Buenos Aires), hoy día sumaría poco más que María Eugenia Vidal, dado que los bonaerenses no lo imaginan aún para ese cargo. Pero lo mismo le ocurrió a Daniel Scioli cuando Néstor Kirchner lo quitó de la Ciudad de Buenos Aires. Y le sucedería hoy día si fuese candidato a jefe de Gobierno porteño...
8. Si bien los votantes macristas y massistas están dentro del mismo segmento, no son intercambiables en forma automática. Es más permeable el votante massista a apoyar a Mauricio Macri si se baja Sergio Massa que el votante macrista de votar por el ex Intendente de Tigre si se baja el Jefe de Gobierno porteño.
9. Una alianza plena de Mauricio Macri y Sergio Massa potenciaría los acuerdos en las provincias con los candidatos de la Unión Cívica Radical, lo que ayudaría a sacarle hasta 8 provincias al peronismo o al kirchnerismo. Pero si se rompen, tal como amenazó Fernando Galmarini, el suegro, lo único que permitiría es que no se pudieran alcanzar esos triunfos.
10. En caso de una 2da. vuelta, no todos los votos de José Manuel De la Sota, Adolfo Rodríguez Saá y otros candidatos opositores iría hacia Sergio Massa o Mauricio Macri en forma directa, muchos son peronistas desencantados del kirchnerismo; pero ante una opción no peronista, se volcarían hacia Daniel Scioli, ayudándolo a sumar los sufragios que le faltarían para poder ganar en la Segunda Vuelta.
Hoy, Mauricio Macri y Sergio Massa toman sus decisiones partiendo desde sus egos, desde sus necesidades e imperativos políticos y desde las presiones que tienen de sus respectivos entornos. Ninguno de los dos considera los deseos de sus votantes.
Y ese no es un dato menor, dado que si conocieran, en profundidad, las exigencias de ellos, sus decisiones serían mucho más sencillas de tomar y jugaría menos al más malo de la película. Los encuestadores hacen sus investigaciones teniendo en cuenta las expresiones de voluntad de los encuestados quienes, por lo general, parte de un menú establecido con anterioridad.
Sólo en los trabajos cualitativos, de los cuales se han muy pocos por sus altos costos, se buscan los deseos, las intenciones, las voluntades profundas de los votantes. El Gobierno sabe muy bien qué es lo que quiere el votante kirchnerista, como seducirlo, cómo llegar a ese universo, como recuperarlo.
Y allí están las inauguraciones del “Espacio de la Memoria” en la ex ESMA y el llamado “Centro Cultural Néstor Kirchner", además de la imitación devaluada de la “Fiesta del Bicentenario”.
Derechos humanos, cultura, artistas gratis, mostrar el fruto de las acciones de Gobierno, transportes gratis y promesa de presencia de funcionarios completa un menú ideal para el votante kirchnerista; lo seduce y le hace entender que, con su voto, se consiguió todo eso y que, ahora, es tiempo de defender todos esos supuestos logros, obras y beneficios.
Puede ser que para el votante macrista y massista se trate sólo de “pan y circo”, pero es un “pan y circo” que le ha servido al Gobierno durante 12 años, que le ha permitido ganar dos elecciones presidenciales con cantidad de votos crecientes, sumar mayor cantidad de legisladores, gobernadores e intendentes que las fuerzas opositoras y soñar con extender su presencia en el poder otros 4 años, para volver en 2019.
Por su parte, ni Mauricio Macri ni Sergio Massa ni sus colaboradores más directos entienden que si por sus errores Daniel Scioli es elegido Presidente de la Nación, sus carreras políticas habrán acabado.
Mauricio Macri quizás piense que tiene un futuro como presidente de Boca Juniors.
Quizá Sergio Massa cree que podrá regresar como senador nacional por la Provincia de Buenos Aires en 2017. Pero la historia no va del lado de esos razonamientos.
Quienes se fueron, no volvieron.
Si no lo entienden sólo probarán que ninguno de los dos conoce la voluntad, deseos y necesidades de sus votantes.
Y el costo que pagarán será enorme para ellos, e incalculable para la Argentina.
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