La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denunció ayer la última maniobra del chavismo, "entre gallos y medianoche", contra la mayoría opositora en la Asamblea: ocho de sus diputados elegidos el 6 de diciembre fueron impugnados ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
También se reclamaron medidas cautelares para suspender los efectos de las elecciones en esos circuitos. La Sala Electoral estaba de vacaciones y abrió anteayer para recibir los recursos.
Es la misma sala que ha incorporado a los magistrados Fanny Márquez, abogada cercana a Diosdado Cabello y funcionaria del gobierno, y a Christian Zerpa, parlamentario saliente del PSUV, tras las designaciones exprés de la semana pasada en la "moribunda" Asamblea.
Un movimiento tras otro antes de la jugada final: el blindaje de Nicolás Maduro. "La cúpula derrotada del PSUV pretende vía TSJ cometer un fraude al voto de nuestro pueblo. Alertamos al mundo y a los venezolanos.
¡Golpe al voto!", protestaron por los distintos rincones del país los dirigentes de la MUD. Con alevosía y "navideñidad", con un país de vacaciones, a punto de acabar el año, y con el presidente desaparecido de la escena pública desde hace diez días.
Los recursos presentados atañen a circuitos electorales en Aragua (5 escaños), Yaracuy (1), Amazonas (1) y un representante indígena.
Las acusaciones: supuesta compra de votos y los famosos votos nulos, denunciados por Maduro, que fue el primero en bautizar "golpe de Estado electoral" el triunfo de la Unidad.
Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, adelantó que acudirán a organismos internacionales para reclamar que el TSJ no "vaya contra la voluntad del pueblo".
La oposición consiguió evitar una maniobra parecida la semana pasada. Se trataba de una cuestión de tiempo. Con la impugnación de los ocho diputados, el oficialismo pretende arrebatar la mayoría absoluta calificada (dos tercios de los diputados) que la oposición obtuvo por vía electoral.
Precisamente ayer la Gaceta Oficial hizo públicos los nombres de los 13 magistrados del Supremo designados vía exprés por la Asamblea "moribunda", incumpliendo los plazos legales y la Constitución, según denunciaron la oposición y destacados juristas.
La Sala Electoral determinará si se repiten las elecciones en esos circuitos y si los ocho diputados señalados pueden tomar posesión de su escaño. Entre ellos se encuentran Karin Salanova, famosa por ser la número 112 que otorgó a la MUD su mayoría absoluta; Nirma Guarulla, hija del gobernador de Amazonas, y Simón Calzadilla, uno de los líderes del Movimiento Progresista.
En paralelo, servicios de inteligencia realizaban operativos en Amazonas, amparándose en una supuesta grabación en la que una funcionaria opositora reconocía la compra de votos. De esta forma, el chavismo avanza en el blindaje emprendido para proteger a Maduro tras la debacle electoral del 6-D, cuando la MUD obtuvo 112 diputados frente a 55 oficialistas.
La revolución cuenta también con un Supremo dispuesto a ser un ariete contra la Asamblea y con el pintoresco Parlamento Comunal Nacional, una cámara paralela cuya influencia está por determinar.
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