El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, criticó severamente la persecución de un grupo de taxistas al conductor de una camioneta la madrugada del miércoles, porque creyeron que pertenecía a la empresa Uber, a la que acusan de quitarle su trabajo.
El hecho se suma a las protestas que casi a diario protagonizan los taxistas chilenos con los autos particulares que prestan servicio al sistema Uber, al que basta llamar desde una aplicación en el celular, a la que se accede con una tarjeta de crédito.
"No vamos a aceptar que nadie tome justicia por su propia mano. Aquí hay instancias legales para poder hacer saber los puntos de opinión", dijo Orrego.
El último incidente se registró en la madrugada, cuando una camioneta particular recogió a unas personas frente a un local de baile en una de las comunas ricas de Santiago y empezó a ser insultado y agredido con huevos y un piedrazo que rompió el parabrisas de la camioneta.
Un taxista entrevistado por el canal de televisión 24horas dijo que el conductor intentó atropellar a la persona que lo insultó, y que al maniobrar para huir chocó a un taxi y a varios más en la persecución.
La persecución concluyó en la céntrica Plaza Italia, cerca del centro, cuando los taxistas le dieron alcance, lo bajaron del vehículo y lo entregaron a la policía.
El dueño de la camioneta, Angelo Cataldo, dijo que él pasó el vehículo bajo el sistema de arriendo de automóviles y que no trabaja con Uber.
Los taxistas chilenos están en pie de guerra con Uber y con Cabify, que trabaja con vehículos de lujo. En días pasados los taxistas han ocasionado grandes congestionamientos en importantes avenidas de la ciudad, en una de las cuales un policía sacó su arma de servicio y apuntó en dirección a un conductor que se negaba a bajarse de su taxi para que se lo llevaran detenido.
Según el subsecretario de transportes, Matías Salazar, en el Gran Santiago hay más vehículos adscritos al sistema Uber, unos 25.000, que taxistas afiliados a su ministerio, unos 24.500.
No hay comentarios:
Publicar un comentario