ACV: 1 caso cada 4 minutos
Un estudio realizado por científicos argentinos estableció que los casos de ACV son más frecuentes en países pobres. El acuerdo del Gobierno con las empresas de producir alimentos con menos cantidad de sal.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Gustavo Cerati, Alberto Balestrini, Carlos Calvo. Al menos tres personas reconocidas públicamente sufrieron en los dos últimos años esta enfermedad. Lo cual no es poco, si se considera que se trata de la primera causa discapacitante en el país. En promedio, cada cuatro minutos, un argentino sufre un accidente cerebrovascular que le produce graves secuelas, lo deja al borde de la muerte o, directamente, lo mata.
Así lo revela un trabajo firmado por dos investigadores argentinos que hoy publica en forma destacada la revista Stroke. Así exhibe otra cara de este escenario epidemiológico: por primera vez demuestra, estadísticamente, que los países más pobres y los que menos proporción de su PBI invierten en salud son los que tienen una mayor incidencia y mortalidad por accidente cerebrovascular, mayor proporción de eventos hemorrágicos (causados por la ruptura de una arteria cerebral), y también aquellos en los que el ACV se presenta a edades más tempranas.
"Diversas investigaciones anteriores se habían centrado en la relación entre el riesgo de ACV y la situación financiera individual o familiar" -explica el doctor Luciano Sposato a La Nación, uno de los autores de este estudio y también director del Departamento de Neurología de Adultos del Instituto de Neurología Cognitiva y del Centro de Stroke del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro-. "Lo que nosotros hicimos fue 'cruzar' los datos ajustados del PBI con los de 48 estudios poblacionales realizados entre 1998 y 2008 en 22 países de los cinco continentes. Lo que vimos fue que muchos de los ACV que ocurren en una población determinada se explican por el estatus socioeconómico del país. No sólo eso, sino también la mortalidad, la proporción de hemorragias y la edad a la que los pacientes los padecen. En los países más pobres se presentan más temprano que en los de mayor PBI."
Esta singular ecuación introduce un nuevo factor para el diseño de políticas públicas de salud, ya que hasta ahora "el riesgo de ACV y sus consecuencias se consideraban resultados de factores étnicos, genéticos, ambientales, socioeconómicos y de la calidad de la atención médica", escriben Sposato y Gustavo Saposnik, coautor del estudio y director del Centro de Investigación en Stroke del Hospital St. Michael's, de la Universidad de Toronto.
Para llegar a esta conclusión, los científicos tuvieron que revisar 5000 estudios y analizar en profundidad 48 trabajos de 30 ciudades.
Se encontraron con que en los países de alto PBI el ACV se presenta a edades más tardías y tiene menor mortalidad. Pero también que la inversión en salud resultó ser otro factor que podía alterar este balance: "Si un país pobre invierte una proporción mayor del PBI en salud, tiene mejores marcadores", explica Sposato.
Para Saposnik, la explicación de este fenómeno no es tan obvia como parece. "No pudimos determinar cómo invierte cada país su presupuesto en salud, pero sí constatar una alta correlación del gasto en salud con el de prevención -dice, a través de una comunicación telefónica desde Toronto-. La alta inversión en salud está relacionada directa o indirectamente con una mayor inversión en prevención."
En Canadá, se calcula que sólo los costos directos del ataque cerebral rondan los 30.000 dólares por paciente. Por otro lado, en el nivel poblacional la inversión en prevención exige unos pocos dólares por persona.
Según este trabajo, el bajo producto bruto interno de un país explica el 32% del riesgo de ACV, el 43% de la mortalidad a los 30 días, el 43% del exceso de hemorragias cerebrales y el 47% de la mayor frecuencia de en jóvenes.
Por su parte, la menor inversión proporcional en salud explica el 26% del riesgo, el 45% del exceso de mortalidad a los 30 días, el 32% del exceso de hemorragias cerebrales y el 36% de la mayor frecuencia en jóvenes.
La batalla contra el sodio
Con el objetivo de reducir el contenido de sodio en los alimentos industrializados, autoridades nacionales y del sector empresario suscribirán mañana un convenio orientado a disminuir el consumo de sal en la población argentina. La medida abarca alimentos como: embutidos, galletitas, panes, snacks, gran variedad de quesos, sopas, aderezos y las conservas.
El objetivo es incidir sobre uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, que representa el 48% de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, anualmente responsables de la muerte de 36 millones de personas en el mundo. En un principio, los niveles de sal se reducirán entre un 5 y 8%, pero la iniciativa es para ir bajando aún más, progresivamente.
Según proyecciones del Ministerio de Salud, la reducción de tres gramos de sal en la dieta de toda la población salvaría unas 6.000 vidas anuales y evitaría aproximadamente 60.000 eventos cardiovasculares y ataques cerebrovasculares (ACV) cada año. Se estima que en el país, el consumo diario de sal por persona asciende a 12 gramos, transformándose en un factor de riesgo para la salud.
Las metas de este acuerdo sin precedentes en la región, denominado "Menos Sal, Más Vida", fueron fijadas a dos años. La meta del trabajo mancomunado entre el Estado y las Industrias es alcanzar, en 2020, la meta de 5 gramos diarios de consumo promedio de sal por persona, según el valor máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El convenio será suscripto mañana, a partir de las 11, por los ministros de Salud y Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan Manzur y Julián Dominguez, respectivamente y por el presidente de la la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Daniel Funes de Rioja, en el Salón Ramón Carrillo de la sede cartera sanitaria. También suscribirán el convenio representantes de empresas del rubro alimentario tales como Arcor, Kraft, Quickfood, La Virginia, Sancor, Unilever, entre otras, como así también las Cámaras de Industriales Lecheros y de Productos Alimenticios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario