1969 - Fundación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio
Las primeras exploraciones que realizó la Fuerza Aérea Argentina se remontan al año 1951 cuando el Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio sobrevoló con el avión Avro Lincoln, matrícula LV-ZEI, denominado "Cruz del Sud", la bahía Margarita en el Sector Noroeste de la península Antártica.
El broche de oro de estos bombarderos pesados en la zona antártica fue el vuelo efectuado el día 28-OCT-1965 con el avión B-022, que con una experimentada tripulación al mando del entonces Primer Teniente Jorge Martínez, que con motivo de realizar la "Operación Socorro", efectuó un importante raid de casi 22 horas sin escalas, en apoyo de la aeronave Douglas C-47, matrícula TA-05, que operaba en la Expedición al Polo Sur.
En el año 1952, el Vicecomodoro Marambio, siendo Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Tareas Antárticas (FATA), sobrevoló y estudió los posibles lugares de aterrizaje en el Sector Antártico Argentino.
La isla Vicecomodoro Marambio en antiguas cartas antárticas es señalada con el nombre de Seymour, en honor de un marino inglés que frecuenta la zona a fines del Siglo XIX. El nombre actual surge del homenaje que se le dio al Vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, con motivo de su fallecimiento en un trágico accidente aéreo en la localidad de Mugueta, Santa Fe, el 12-NOV-1953. Marambio había nacido en Río Cuarto, Córdoba el 21-SEP-1918.
En la década del '60 la Fuerza Aérea Argentina se empeñó en localizar una zona apta para habilitar una pista de aterrizaje destinada a la operación regular y continua de aeronaves de gran porte con su tren de aterrizaje convencional (ruedas).
El 25-NOV-1968 un helicóptero Bell UH-1H matrícula H-11 de la Fuerza Aérea Argentina que partió del rompehielos General San Martín (Q4), tripulado por el Primer Teniente Enrique Pessana y el Teniente Ricardo Ciaschini, se posó sobre la meseta de la isla Vicecomodoro Marambio, llevando a bordo al Jefe del Grupo Aéreo de Tareas Antárticas (GATA), Vicecomodoro Mario Luis Olezza, al vaqueano de la zona, Teniente Julio Alberto Domínguez y al Ayudante Geólogo y Mecánico de Suelo, Héctor Luis Ponte, quién junto al geoglaciólogo, Dr. René Edgard Dalinger recogieron muestras de terreno, efectuaron mediciones y observaciones de la zona, con cierto desconcierto al principio para luego entusiasmarse al final de la expedición, lo cual quedó reflejado en el informe producido por el Dr. Dalinger.
Embarcados en el rompehielos llegaba a la zona la Dotación 1968/69 que con posteridad conformó la Patrulla Soberanía, fundadora de la Base Marambio, quienes fueron destinados a la Estación Aeronaval Petrel y a la Base Aérea Teniente Matienzo que se encontraba en emergencia.
En el mes de ABR-1969 se efectuó un relevamiento aerofotográfico con un avión deHavilland-Canadá DHC-6 Twin Otter, que en un vuelo desde el continente americano, donde despegó con ruedas y aneviza en la Antártida con esquíes.
Cumplida esta misión, regresaron además de los cuatro tripulantes, uno de los integrantes de la dotación de la Base Aérea Teniente Matienzo quien fue evacuado debido a una importante dolencia física.
Se efectuaron también reconocimientos del terreno desde un avión Lockheed C-130 Hércules que sobrevolaba la Antártida al igual que los vuelos efectuados desde el avión deHavilland-Canadá DHC-2 Beaver, que operaba desde la Base Aérea Teniente Matienzo.
De los múltiples estudios realizados se llegó a la conclusión de que podría materializarse el proyecto de construcción de una pista de aterrizaje sobre la meseta que coronaba la isla.
Decir que el 29-OCT-1969 se cumple un aniversario de la fundación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, de la Antártida Argentina parece un hecho intrascendente y cotidiano, pero no lo es.
La fundación de la misma, coincide con la inauguración de la primera pista de aterrizaje de tierra del sexto continente, constituyendo un hecho histórico de gran relevancia ya que permitió romper el aislamiento con esta porción del mundo donde antes solo se podía llegar en verano, por vía marítima y cuando el estado de los hielos así lo permita.
Indudablemente, estas características operativas tienen un valor extraordinario ya con las mismas se inició una nueva era en el casquete polar antártico, contando con una dinámica distinta en las tareas que realizadas. Con esta capacidad funcional se pudo superar el antiguo aislamiento que existía, pudiendo trasladar personal, apoyo logístico, de emergencias y evacuaciones, contar con alternativas de vuelo y dar apoyo a la búsqueda y salvamento, debido a que se puede desplazar en pocas horas los medios aéreos necesarios ante cualquier eventualidad sin tener que esperar los días-meses que demandaba una navegación al lugar además de las condiciones favorables de los hielos que así lo permitan (solo en épocas estivales).
El hecho de decir que la pista es de tierra asombra, porque todos conocemos a la Antártida como un gigantesco manto blanco de hielos y nieve eternos.
Esta afirmación tiene sus fundamentos. La isla Vicecomodoro Marambio emergió del mar en épocas muy remotas y su meseta que se eleva 198m sobre el nivel del mar, tiene una superficie semiplana, conformada por barro de tierra arcillosa congelada y de rocas de distintos tamaños, diseminadas en toda su extensión.
Estas características singulares permiten que la meseta sea barrida continuamente por fuertes vientos antárticos que evitan la acumulación de nieve.
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