AGENCIA / POLÍTICA- DECLARACIONES
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Papa conoce a Elisabetta Piqué desde hace mucho tiempo, cuando aún era el cardenal Jorge Omar Bergoglio. Ella es autora de una biografía sobre el Papa, y él le concedió una entrevista para el diario La Nación, que tuvo su porción enfocada en las cuestiones vaticanas, pero un apartado sobre la relación con la sociedad argentina en particular.
Si bien durante el diálogo él no mencionó a ningún político y prefirió no hablar sobre sus 3 almuerzos a solas con Cristina Fernández de Kirchner (en marzo de 2013 y en marzo y septiembre de 2014), sí adelantó que su plan es viajar al país en algún momento de 2016, aunque no para el Congreso Eucarístico de Tucumán (en julio de ese año, cuando él estará yendo hacia la Jornada Mundial de la Juventud, en Polonia).
Él confesó que ante el aluvión de argentinos que viajan a Roma para verlo, hubo veces que sintió "que no les interesaba yo, sino la foto".
De cara a las próximas elecciones, Bergoglio explicó que ya no recibe a los políticos para no interferir.
"Si viene alguno, que vaya donde está el corralito de la audiencia general de los miércoles", indicó.
Él también habló de la política argentina, del sínodo de la familia, de la reforma de la curia romana, y de lo que tenía planificado para su futuro cuando todavía era arzobispo de Buenos Aires.
El siguiente fragmento es muy interesante:
-Y de ser Papa, ¿qué es lo que más le gusta y qué lo que más le disgusta?
-Una cosa, y esto es verdad y esto lo quiero decir: antes de venir acá, me estaba retirando. O sea, cuando volviera a Buenos Aires, había quedado con el nuncio de hacer la terna ya para que, a fin de ese año [2013], asumiera el nuevo arzobispo. Tenía la cabeza enfocada en los confesionarios de las iglesias donde iba a ir a confesar. Incluso estaba el proyecto de pasar dos o tres días en Luján y el resto en Buenos Aires, porque Luján a mí me dice mucho, y las confesiones en Luján son una gracia. Cuando vengo acá, tuve que volver a empezar con todo esto nuevo. Y una cosa que me dije desde el primer momento fue: "Jorge no cambies, seguí siendo el mismo, porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo". Por eso he mantenido siempre lo que hacía en Buenos Aires. Con los errores, por ahí, que eso puede suponer. Pero prefiero andar así como soy. Evidentemente, eso produjo algunos cambios en los protocolos, no en los protocolos oficiales porque esos los observo bien. Pero mi modo de ser aun en los protocolos es el mismo que en Buenos Aires, o sea que ese "no cambies" me cuadró bien la vida.
Ya sobre la Argentina, él dijo:
-Justamente le iba a preguntar si es verdad que, luego de un primer año de política de manga ancha, ahora decidió poner un freno...
-En vista a las próximas elecciones, a los políticos no los recibo. Si viene algún político, que vaya donde está el corralito de la audiencia general de los miércoles [al que, risueñamente, los argentinos llaman la Rural]... Me contaron, no sé si es verdad, que uno que recibí ahí retocó la foto, como que lo hubiera recibido en un lugar cerrado para hacer creer que fue privado. La Argentina tiene que llegar al término del mandato en paz. Una ruptura del sistema democrático, de la Constitución, en este momento sería un error. Todos tienen que colaborar en eso y elegir luego las nuevas autoridades. Para no interferir con eso, no recibo más a políticos en audiencia privada.
-¿Le molesta que haya algunos que siguen pensando que usted, desde Santa Marta, mueve los hilos políticos del país?
-Y que lo piensen... ¡Qué va a hacer! Yo no voy a justificar nada de lo que no hago...
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