AGENCIA / SITUACIÓN
PARANÁ (U24 Entre Ríos). Los citricultores entrerrianos están pasando una situación muy grave y no han logrado ninguna respuesta por parte del gobierno. El ministro de la producción más enfrascado en su candidatura gubernamental solo ha realizado promesas que la gente ya está cansada de escuchar.
“La situación es terminal”, expresó el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), Dante Grigolatto, a la Agencia AIM, y pronosticó una profundización de la protesta con cortes de rutas si el gobierno nacional no atiende los reclamos del sector.
Grigolatto se refiere al gobierno nacional porque aún les sigue creyendo a los funcionarios del gobierno provincial que les dicen que sus reclamos no son atendidos por la Nación, pero según fuentes muy bien informadas, lo cierto es que quien se ha despreocupado durante mucho tiempo es el gobierno provincial, fundamentalmente el ministro de la producción Roberto Schunk.
“Cada día que pasa la situación es más grave para el citricultor. Nosotros a esta crisis la veníamos viendo desde hacía muchísimo tiempo.
Sabíamos que esto iba a pasar y ahora, lamentablemente, tenemos que terminar con una protesta de estas características”, explicó Grigolatto.
Según el presidente de la FECIER, el productor “está desesperado y encontró esta forma de protestar, que no nos gusta nada, y que no sabemos cuándo ni cómo terminará”.
Además de regalar y arrojar frutas a la ruta, también han dejado los citrus en las plantas, sin cosecharlas, porque el costo supera el precio que reciben por la producción.
La crisis del sector obedece a las nulas posibilidades de exportación debido a la devaluación del rublo ruso, principal destino de las frutas entrerrianas y a la falta de apertura de mercados internacionales como son el caso de Estados Unidos y Brasil por cuestiones de índole políticas, y al atraso cambiario que pone en jaque a todas las economías regionales.
Si a estas causas se suma la mayor producción de frutas, que este año se ubicaría en el orden del 10%, los precios, está claro, se derrumban estrepitosamente.
Y esto es lo que sucedió: una mayor producción y la imposibilidad de exportar hicieron que el mercado interno se inundara de frutas; los precios cayeron dramáticamente.
Hoy, por ejemplo, recibe en la quinta $0,30 por el kilo de naranjas, el mismo kilo de naranjas que los consumidores entrerrianos pagan $5 ó $6, en oferta.
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