AGENCIA / INVESTIGACIÓN
En el documento fotográfico de la Policía Federal Argentina aparece un cargador de la Bersa 22.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En la foto 1 (por llamarla de alguna manera) del cadáver de Alberto Nisman en el baño de su vivienda no aparece un cargador de la pistola Bersa 22 con la cual fue asesinado.
Pero en la foto 2, de igual escena, aunque tomada desde distinto ángulo, sí aparece un cargador: el dato revelado por Santiago Cúneo en un documento exclusivo para Internet de su programa televisivo "1 + 1 = 3", provoca una crisis profunda en la investigación realizada por la fiscal Viviana Fein, ubicándola en un colapso definitivo de su tarea.
Cúneo realizó un programa junto al criminólogo Roberto Locles, basándose en el análisis de fotografías que se filtraron del expediente judicial (1 de ellas fue publicada semanas atrás por Urgente24), tomadas por personal de la Policía Federal Argentina presente en la vivienda de Nisman, apenas se encontró el cadáver del fiscal especial para el caso AMIA que había denunciado a la Presidente de la Nación y varios colaboradores y simpatizantes por encubrimiento en la investigación sobre responsabilidad de Irán en el atentado contra la sede de la mutual israelita argentina.
En la fotografía que publicó Urgente24, en la que aparece Nisman tirado en el baño en un charco de sangre, Locles hizo notar un dato llamativo: la remera blanca que viste el fiscal asesinado se encuentra, manchada con sangre.
Sin embargo, en las baldosas ubicadas debajo de esa porción del torso no hay sangre.
Por lo tanto, ¿cómo llegó la sangre a la remera si no había ninguna herida cortante en el torso de Nisman?
"Es obvio que el cuerpo fue movido de lugar", explicó Locles.
Luego, el ángulo de la cabeza de Nisman en el suelo. La cabeza se encuentra como si fuese empotrada contra un ángulo del cuarto de baño y, según Locles, caer ahí con el peso del cuerpo, le tendría que haber provocado alguna lesión. Pero la autopsia no reveló ninguna lesión.
Para Locles es muy fácil para un asesino ubicar el cadáver, que no padecía de rigor mortis sino que estaba aún flácido (no existió espasmo cadavérico, que es el endurecimiento muscular provocado por una gran producción de adrenalina previa a la muerte), sentado con la espalda apoyada en la puerta del baño, luego cerrar la puerta y el cuerpo cae hacia ese rincón.
S
in embargo, lo que más interés provocó del trabajo de Santiago Cúneo fue el análisis fotográfico: en la foto 2 de su documental hay un cargador de la pistola Bersa calibre 22 ubicado en una baldosa, mientras que la pistola quedó debajo del cuerpo.
Sucede que, para quitarle el cargador a una pistola Bersa, debe oprimirse un botón que tiene en el inicio superior de la empuñadura.
Así, resulta no sólo increíble cómo fue que el cargador terminó separado de la pistola tras el supuesto suicidio del fiscal, más llamativo es que el cargador se encuentre casi en la mitad del año y la pistola bajo el cuerpo de la víctima, y más sorprendente es que en una fotografía aparezca el cargador y en otra no aparezca el cargador.
Por lo tanto, planteó Cúneo, o a Viviana Fein le faltó un cargador o le sobró una fotografía.
Hay que agregar la reconstrucción del ángulo de disparo en la cabeza de Nisman, realizado en el video que se subirá a Internet: Locles afirmó -y reafirmó- que "es un ángulo de homicidio y no de suicidio".
La situación, ya precaria, de Viviana Fein en la investigación de la muerte de Nisman quedó más que comprometida y su trabajo profesional muy desacreditado.
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