CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Para algunos, Mauricio Macri le hizo un favor al kirchnerismo. Con la polémica designación de 2 jueces en la Corte Suprema a través de un DNU (aunque sus pliegos se discutirán en el Senado), el Presidente de la Nación le dio un argumento a los militantes de Cristina Fernández para ponerse nuevamente en escena.
La Cámpora y otras organizaciones que supieron copar los patios internos de la Casa Rosada preparan una marcha para protestar, entre otras cosas, contra la designación "en comisión" de los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en el máximo tribunal.
El bloque del Frente para la Victoria en el Senado también mandó a avisar que rechazará los pliegos de los nominados si es que juran como ministros de la Corte, ya que no quieren convalidar una situación, a su criterio, irregular.
Y, por su puesto, lo que queda del aparato de propaganda K encontró su oportunidad para hacerse valer. En el programa '678' aprovecharon muy bien las críticas contra la medida de Macri, en boca de muchas figuras que fueron feroces en contra del avance kirchnerista sobre la independencia del Poder Judicial.
Parte de ese informe estuvo directamente dirigido contra Rosenkrantz, a quien vincularon a los "grandes económicos". '678' mostró que en su cartera de clientes, el estudio del que juez "en comisión" es socio tiene al Grupo Clarín, el diario La Nación y al predio de La Rural: enemigos históricos del "proyecto nacional y popular".
El informe muestra además que el estudio Bouzat, Rosenkrantz & Asociados borró de su página web la información sobre sus clientes, la que redujo a una página de un PDF de 24 carillas. En ese documento no aparece el Grupo Clarín, remarca el clip del programa kirchnerista.
Otra ventana abierta que aprovecharán los ultra-K -y eso ya se comentaba- es la presencia en la cartera de clientes de BRYA del fondo Pegasus (controlante de Farmacity, entre otras), cuya propiedad corresponde a Mario Quintana, flamante secretario de Coordinación Administrativa y Evaluación Presupuestaria, una de las manos derechas de Marcos Peña en la jefatura de Gabinete.
Allí, observa un sector K apremiado por mostrar "resistencia", podría encontrarse un conflicto de intereses entre un funcionario de Macri y el juez que éste propuso para la Suprema Corte.
Está claro que el kirchnerismo será más severo contra Rosenkrantz y dejará en una posición más cómoda a Rosatti, a quien considerarían como uno de los suyos por haber sido ministro de Néstor Kirchner.
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