SILVIO MOREYRA (FpV) |
No fue una Nochebuena tranquila en la ciudad del norte entrerriano. El intendente había ordenado el cierre de todos los comercios habilitados en la zona de la costanera para el festejo de la Navidad, con el evidente propósito de beneficiar una mega-fiesta organizada por su hijo y un socio en la misma zona.
(26/12/2015) - PARANÁ y SANTA ELENA (Urgente24). Una lamentable situación se generó en la ciudad norteña de Santa Elena, cuando por orden del intendente de esa ciudad, Silvio Moreyra (FpV), la policía reprimió con dureza a miles de jóvenes que festejaban la Nochebuena en la zona de la costanera de la ciudad, un hermoso parque con amplios lugares construido sobre las barrancas del Río Paraná.
Con uso de fondos públicos y mano de obra del estado, el hijo del intendente y su socio, el abogado de los Moreyra, Renato Ojeda, organizaron una fiesta para festejar Navidad con mucho glamour, alquiler de carpas, sonidos, iluminación y barras de tragos con el fin de obtener beneficios propios en esta navidad.
El intendente suspendió y obligo a cerrar a todos los comercios habilitados para que no sean competencia de la fiesta de su hijo y su socio.
Además, la fiesta se organizó en el predio municipal denominado barrio sur, poniendo toda la estructura municipal existente en el lugar, medidores de energía, electricista, camiones, técnicos, etc. para dejarlo en condiciones adecuadas.
Para ingresar a dicho evento había que abonar entradas a costos muy elevados, algo que por supuesto no estaba dentro de las posibilidades de la inmensa mayoría de la juventud santaelenense.
A pesar de cerrar comercios e intentar imponer a la juventud que asista a la fiesta, todos concurrieron a la costanera de la ciudad, que es el lugar tradicional de festejo.
Ante esta situación, el intendente mando a reprimir a los más de 3.000 jóvenes, que estaban divirtiéndose en Nochebuena, haciendo uso de la fuerza policial y echar a la multitud para que vaya a la fiesta organizada por el hijo del intendente., con lo cual, todo termino en una batalla campal con balazos de goma, botellazos, autos rotos, patrulleros destruidos, chicos agredidos y lesionados que fueron atendidos en el hospital local.
Esta actitud imprudente y demencial, solo desembocó en que el personal policial se exponga y cometa imprudencias lamentables.
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