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| Rafael Grau / .Foto:Gentileza La Capital |
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, desplazó hoy al jefe de la Policía de la provincia, Rafael Grau.
En su lugar propuso designar al actual jefe de la Policía de Investigaciones (PDI), Luis Bruschi, cuyo pliego deberá ser tratado en los próximos 10 días por la Legislatura provincial.
El ministro de Seguridad de la provincia, Maximilano Pullaro, aseguró que el desplazamiento de Grau -que venía de la gestión de Antonio Bonfatti-, se basó en la idea del gobierno de darle "un perfil más operativo" a la Fuerza.
Aunque fuentes consultadas por Clarín explicaron que el cambio ya estaba previsto, el anuncio se dio a conocer dos días después de un feroz enfrentamiento entre bandas rosarinas que terminó con dos nenes de siete años heridos.
Las víctimas estaban jugando a la pelota en club junto a otros 40 chicos. El ataque fue cometido el martes, cerca de las 19.30. Según los testigos,se escucharon entre 40 y 50 disparos. Si bien todavía se está investigando el caso, los vecinos aseguran que el tiroteo se dio en medio de una pelea entre bandas narcos de la zona.
Uno de los delincuentes ya estaría identificado, aunque sigue prófugo. Las víctimas, identificadas como Gino y Benjamín, sufrieron heridas en las piernas.
El primero de ellos tuvo una fractura expuesta, mientras que el otro recibió un balazo con orificio de entrada y salida. Los dos quedaron tirados en el piso, cubiertos por el cuerpo de Javier,su entrenador, quien se arrojó sobre ellos cuando los padres y los chicos se dieron cuenta de que los estruendos no eran bombas ni pirotecnia.
Ante la demora de una ambulancia, los chicos fueron trasladados en forma particular hasta el Hospital Alberdi y de allí derivados al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde se confirmó que estaban fuera de peligro.
Mientras tanto, en la plaza ubicada sobre la avenida Casiano Casas, los vecinos se debatían entre el miedo a señalar a los responsables y la bronca por lo ocurrido.
Ayer, la presidenta del club, Miriam Monje, dijo que se escucharon “entre 40 y 50 disparos”. Esta mañana, la Policía allanó con orden judicial una vivienda de la zona, donde no encontraron al dueño, que está identificado como uno de los presuntos atacantes.
Según informaron desde la Fiscalía Regional Rosario, los agentes secuestraron un revólver calibre 22 con un proyectil percutido en el tambor y otros diez del mismo tipo, una veintena de municiones calibre 9 milímetros, un handy y un teléfono cellular. Informe: Lucas Aranda/Erico Vega www.clarin.com.ar
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