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El acusado tiene 28 años y quiso seducir a una nena de 11, haciéndose pasar por un chico de 13. Ahora está acusado de ciberacoso (grooming) y todo gracias a la valiente acción de Susana Wiege, la madre de la menor que ideó un arriesgado plan para poder atrapar a un hombre que le mandaba mensajes sexuales a través de Facebook y por celular a su hija.
Al ver el peligro que corría la pequeña, la mujer armó un falso encuentro en una plaza del barrio donde viven en la localidad de Virreyes. Usando a su hija como señuelo, finalmente su plan tuvo éxito y logró atrapar al acusado.
Para encarar la situación, fue acompañada con algunos familiares y cuando lo vio, lo detuvieron y casi lo linchan. Un policía que estaba en la zona intervino para evitar una tragedia aún mayor.
"Hola linda", fueron las dos palabras que por mensaje de texto llegaron al celular de la nena de 11 años y que despertaron la intriga de Susana Wiege, madre de la pequeña. La mujer quiso saber quién le mandaba el mensaje e indagó a la menor.
"Un chico que me está molestando", le contestó la niña. A partir de ese momento, la mujer se hizo pasar por su hija ya que su instinto le indicaba que algo extraño estaba pasando.
Lamentablemente tenía razón: el acosador se llamaba Fabio Ariel Martínez, un oficial de la Policía Bonaerense al que le siguió respondiendo los mensajes, cada vez más subidos de tono.
"Te quiero ver desnuda"; "Vení en pollerita o calzas, sin ropa interior", eran algunos de los textos que enviaba el policía abusador.
El ciberacoso había comenzado por Facebook y luego siguió por mensajes de texto. El acusado había obtenido su número porque la nena lo había publicado en la biografía de su perfil de la red social. "A la madre le preocupó, entre varias cosas, que su hija le había dado también la dirección exacta de la casa. Por eso actuó", expresó en Vorterix Rock Andrés Bonicalzi, abogado de la familia.
“Tiene miedo de salir a la calle, de estar sola. Perdió un año de escuela. Desde el mismo día que sucedió esto ella está con tratamiento psicológico. El tratamiento la ayudó mucho y hoy gracias a eso retomó su escolaridad, pero todavía le quedan secuelas que nos generan como familia un dolor inmenso. Este depravado se aprovechó de la inocencia de mi hija, la engañó haciéndose pasar por un nene de 13 años”, expresó Susana.
Todo ocurrió en abril del 2014 y el caso es juzgado en los tribunales de San Isidro. Ayer se escuchó el alegato de la querella, que pidió cuatro años de prisión para el acusado, el máximo previsto por la ley del ciberacoso.
Se espera que para el final de la próxima semana se lea la sentencia. En una primera instancia, Susana había probado con denunciarlo en la comisaría. Sin embargo, lo único que le dijeron fue que la cuidara a la nena porque mucho no podían hacer.
Según la denuncia, cuando Martínez apareció en la plaza se le acercó a la nena y la agarró fuerte de un brazo. Ahí apareció la familia, lo persiguieron, lo capturaron y lo golpearon hasta que intervino el policía para separarlos. Quedó detenido sólo por algunas horas y luego fue liberado. Desde entonces, el acosador está libre.
“Una pena baja no sería de cumplimiento efectivo y permitiría que este sujeto peligroso pueda continuar con su modalidad de contactar menores a partir de las redes sociales”, dijo el abogado al diario Clarín. (infobae.com.ar)
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