Gendarmería revisó su estudio de Río Gallegos durante más de ocho horas y se llevó documentación, a pedido del juez Casanello. Consideró al empresario detenido "un excelente cliente". El escribano Leandro Albornoz, clave en varios de los negocios entre los Kirchner y Lázaro Báez, reconoció que está “preocupado”luego del allanamiento de más de ocho horas que realizó la Gendarmería Nacional en su estudio de Río Gallegos, en el marco de la causa que lleva adelante el juez federal Sebastián Casanello por "La ruta del dinero K".
Además, consideró al empresario un “excelente cliente”. “Báez es cliente mío desde 2004. Un excelente cliente”, indicó Albornoz esta mañana mientras salía de su oficina luego de pasar la madrugada allí, rodeado de gendarmes.
Toda la documentación secuestrada a pedido de Casanello (ocuparon unas diez cajas, a lo que hay que sumar bolsas con papeles y una CPU), llegará hoy a Buenos Aires, para que el juez sume información a la causa por la cual Lázaro Báez se encuentra detenido y la ex presidente Cristina Fernández, imputada, al igual que el ex ministro de Planificación, Julio De Vido.
Albornoz señaló en diálogo con el canal TN que su actuación vinculada al empresario “es solamente profesional” y que “por supuesto” ha hecho todo “bajo la ley”. Sobre la detención de Báez, sostuvo que “una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.
Una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario", dijo sobre la detención de Lázaro Báez. “Obviamente estoy preocupado. Llevo una vida tranquila y familiar, y Río Gallegos es una ciudad muy chica, entonces todas estas cosas lo complican a uno en su vida diaria, en lo familiar, en el entorno, en un montón de cosas. Esa es la única preocupacion que uno siente, porque tiene familia y niños pequeños en edad escolar. Todo esto afecta”, afirmó el escribano.
Y agregó: “Además, el nombre y el prestigio profesional de uno se menciona a cada momento, a veces injustificadamente y con algunas cuestiones que a mí no me gustan, por ejemplo supuestamente hay un secreto de sumario y hoy estaban todos los medios, esas cosas me llaman la atención”.
El vínculo comercial de Albornoz con Báez comenzó poco tiempo después de la llegada de los Kirchner a la Presidencia y certificó cerca del 80% de sus sociedades. La semana pasada la AFIP pidió las declaraciones juradas de Cristina Kirchner, sus hijos Máximo y Florencia, de Báez y también del escribano, el hombre de “la firma segura”, como lo definen en la capital santacruceña.
Efectivos de Gendarmería llegaron a la oficina de Albornoz en el centro de Río Gallegos cerca de las 17 de ayer. Pero el operativo se inició a la medianoche, después de que fuera demorado por algunas imprecisiones en el exhorto judicial.
El allanamiento terminó esta mañana, minutos antes de la 9, con el retiro de la documentación secuestrada. Fuente: www.clarin.com
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